El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha opinado este sábado que la solución al conflicto entre Israel y Hamás pasa por reconocer la legitimidad del Estado de Palestina, «para que ambas naciones puedan coexistir en paz y con seguridad». A su juicio, el conflicto «solamente va a ser resuelto cuando, como dicen Naciones Unidas y también las Cortes Generales, se reconozcan los dos Estados, Israel y Palestina, para que puedan coexistir en paz y con seguridad».

Así lo ha explicado el secretario general de los socialistas en un acto de partido en Mérida (Extremadura). «Lamento que este conflicto esté provocando tanto sufrimiento, zozobra e inestabilidad tanto en la región como en el resto del mundo», ha expresado.

A su vez, Sánchez ha hilado su proposición de paz expresando que «Israel tiene derecho a defenderse» de la ofensiva de Hamás, siempre y cuando «lo haga dentro del Derecho Internacional humanitario, que no contempla el ultimátum de evacuación de Gaza que han brindado las autoridades israelíes».

«España es un país amante de la paz»

Sánchez ha condenado «con rotundidad y sin ningún tipo de ambages» el «atentado terrorista» de Hamás, a la vez que ha exigido la puesta en libertad de los «rehenes y cautivos israelíes» que mantiene el movimiento nacionalista palestino e islamista, cuando se cumple una semana del ataque.

«España es un país amante de la paz. Nuestra posición es que Israel tiene por supuesto el derecho de defenderse, pero siempre dentro del Derecho Internacional humanitario, que no avala materialmente la evacuación de palestinos de Gaza, tal y como dice Naciones Unidas», ha constatado.

Propuesta de reconocimiento del Estado palestino

Tras esta intervención del presidente del Gobierno en funciones, fuentes socialistas han recordado que, en 2014, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley que instaba al Gobierno a reconocer a Palestina como un Estado. El escrito salió adelante con 319 votos a favor, dos abstenciones y un único voto en contra. La fórmula exacta aprobada consiste en «instar al Gobierno a reconocer a Palestina como Estado», después de que el PP aceptara cambiar ligeramente el comienzo del texto, que inicialmente rezaba «instar al Gobierno a impulsar el reconocimiento de Palestina como Estado».

A su vez, las mismas fuentes señalan que el PSOE aceptó el resto de la enmienda transaccional de los ‘populares’ que instaba al Gobierno, entonces de Mariano Rajoy, a «buscar en cualquier actuación en este sentido una acción coordinada en concierto con la comunidad internacional, y en concreto con la Unión Europea, teniendo plenamente en cuenta las legítimas preocupaciones, interés y aspiraciones del Estado de Israel«.

 

«No le podemos pedir nada a la derecha y menos a la ultraderecha»

Por otro lado, Sánchez también ha sacado tiempo para hablar del contexto político nacional y del panorama político de Extremadura. En su intervención, el dirigente socialista ha aseverado que «el drama de la política española» en la actualidad es que desde la aparición de Vox en la política española, este partido «ha parasitado a la derecha española«, llevándola a sus derroteros y discursos en muchos aspectos. Cabe recordar que Vox gobierna de la mano con el Partido Popular en diferentes territorios españoles como, precisamente, Extremadura, después de que María Guardiola (PP) se retractase de su cordón sanitario y terminase pactando con los de Abascal.

En este sentido, Sánchez ha advertido que las regiones y ciudades gobernadas por PP y Vox «representan un túnel del tiempo, que representan una involución«, por lo que ha reafirmado que ante esta situación, «es más importante que nunca» que el PSOE en Extremadura «esté fuerte, unido, en pie», ya que bajo su punto de vista, es la formación que «mejor representa a la mayoría social de los extremeños.

 

«Extremadura y otras regiones tienen ahora un gobierno que lo que hace es cuestionar la violencia de género, banalizarla o desmontar todo lo que tiene que ver con las políticas de igualdad. Y eso ataca uno de los principales consensos que hemos construido durante estos últimos 40 años», ha señalado.

«No creo que sea razonable que una tierra como Extremadura, que exige y demanda solidaridad, ahora baje los impuestos a los ricos y recorte los servicios públicos para la mayoría social, para la clase media y los trabajadores», ha planteado, antes de exponer que «no puede haber justicia social si no hay justicia fiscal«.