EE. UU. intensifica su presencia militar en el Mediterráneo oriental tras enviar el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower para respaldar a Israel.

La decisión del gobierno de Joe Biden se produce tras confirmar el despliegue del grupo de ataque del portaaviones USS Dwight D. Eisenhower al Mediterráneo oriental, en una clara señal de respaldo a Israel. Este movimiento estratégico sigue a las recientes tensiones en la región, principalmente tras los ataques de la organización terrorista Hamás contra el estado israelí.

El secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, manifestó que la inclusión de este portaaviones adicional se realiza “como parte de nuestro esfuerzo para disuadir las acciones hostiles contra Israel o cualquier intento de escalada en este conflicto tras el ataque de Hamás contra Israel”.

Esta nueva incorporación naval se suma al grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford, que ya opera en las cercanías de Israel. Estos dos gigantes navales incrementarán notablemente la presencia militar estadounidense en la región, estando acompañados por una flota que incluye destructores, aeronaves de combate y cruceros.

El Eisenhower zarpó el pasado viernes desde su base en Norfolk, Virginia. La presencia conjunta de estos dos portaaviones otorga a EE. UU. una amplia gama de posibilidades operativas. Estos navíos no solo pueden dispersarse cubriendo un extenso territorio, sino que son vitales como centros de mando y control. También tienen la capacidad de gestionar la guerra informacional, lanzar y recibir aviones de vigilancia E2-Hawkeye —esenciales para alertas anticipadas de lanzamiento de misiles y control aéreo—.

Estos dos buques están equipados con aviones de combate F-18, preparados para interceptar o neutralizar objetivos si fuese necesario. Adicionalmente, cuentan con instalaciones para labores humanitarias, entre las que se destaca un hospital completo a bordo, y helicópteros aptos para traslados de suministros esenciales o evacuación de heridos.