La escalada de violencia entre Israel y Palestina, que ha dejado más de 2.800 muertos desde el inicio de los ataques del grupo Hamas el pasado sábado y la posterior respuesta israelí asediando la Franja de Gaza, ha provocado la reacción de la comunidad internacional, que busca una salida pacífica al conflicto. Entre los actores que han mostrado su interés por mediar se encuentra China, quien, tras el fracaso de Estados Unidos y la Unión Europea, ha optado por asumir un papel mucho más protagonista denunciando que las acciones de Israel «han ido más allá de la defensa propia» y defendiendo la solución de «dos Estados» –la misma que plantea la ONU- como la única vía para resolver el problema palestino.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, dijo este sábado que la causa del conflicto entre Israel y Hamas es una «injusticia histórica» contra los palestinos, en una conversación telefónica con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan: “China se opone y condena todas las acciones que dañan a los civiles porque violan la conciencia humana básica y las normas básicas del Derecho Internacional”.
En este sentido, el Ministerio de Exteriores chino ha publicado un comunicado tras esta reunión en la que subrayan que “las acciones de Israel han ido más allá del ámbito de la autodefensa” y que Pekín se está comunicando «intensamente» con todas las partes, a las que ha pedido no tomen ninguna decisión que pueda agravar la situación, «para promover un alto el fuego y el fin de la guerra».
China cree que la injusticia histórica contra Palestina ha durado más de medio siglo y no puede continuar
«China cree que la injusticia histórica contra Palestina ha durado más de medio siglo y no puede continuar. Todos los países amantes de la paz y de la justicia deberían hablar y exigir claramente la implementación de la solución de dos Estados lo antes posible», concluye el comunicado, en el que se asegura que «China está dispuesta a trabajar con Arabia Saudí –que planeaba reconocer oficialmente a Israel en un corto plazo- y otros países árabes para seguir apoyando la justa causa palestina de restaurar los derechos nacionales y hacer que la cuestión palestina vuelva al camino correcto de la solución de dos Estados para lograr una solución integral, justa y duradera».
Esta llamada telefónica se produce tan solo 24 horas después de que Wang se reuniera en Pekín con su homólogo palestino, Riyad al-Maliki, y afirmara que China apoya «firmemente» los derechos legítimos e intereses del pueblo palestino, incluido su derecho a establecer un Estado independiente y soberano con Jerusalén Oriental como capital y basado en las fronteras de 1967.
Asimismo, Wang criticó duramente las acciones militares de Israel, que han causado cientos de víctimas civiles, especialmente niños y mujeres, en la Franja de Gaza. «Las acciones de Israel han ido más allá de la defensa propia y violan los principios básicos del derecho internacional y humanitario», insistió Wang. El canciller chino instó a Israel a cesar inmediatamente los ataques contra Gaza, levantar el bloqueo sobre el enclave palestino y garantizar los derechos e intereses legales de los palestinos en Jerusalén Oriental.
Por su parte, al-Maliki agradeció el apoyo de China y expresó su esperanza de que Pekín desempeñe un papel más activo en el proceso de paz en Oriente Medio. «China es un país influyente y responsable que puede contribuir a poner fin a la ocupación israelí y lograr una paz justa y duradera», dijo al-Maliki.
¿Qué puede suponer la entrada de China en el conflicto?
La oferta de mediación de China se produce después de que Estados Unidos, el principal aliado de Israel, pidiera a Pekín que aprovechara su influencia en la región para ayudar a detener la violencia. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el principal asesor de la Presidencia china en Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, discutieron la situación en Gaza el pasado miércoles y coincidieron en la necesidad de un alto el fuego inmediato.
Blinken expresó su preocupación por las bajas civiles en ambos lados y reiteró el apoyo de Estados Unidos al derecho de Israel a defenderse. Sin embargo, también instó a Yang a presionar a Hamas para que cese sus ataques con cohetes contra Israel. Por su parte, Yang dijo que China estaba dispuesta a trabajar con todas las partes para promover las negociaciones de paz y defender la seguridad y estabilidad regionales.
La entrada de China en el conflicto entre Israel y Palestina supone un nuevo desafío para la diplomacia estadounidense, que ha visto cómo Pekín amplía su influencia en Oriente Medio en los últimos años. China es el mayor socio comercial de la región y un importante importador de petróleo. Además, tiene buenas relaciones tanto con Israel como con Palestina, así como con otros países árabes e Irán.
China ha presentado una iniciativa de seguridad para Oriente Medio basada en el diálogo, el desarrollo, la cooperación y la no injerencia. El presidente chino, Xi Jinping, propuso esta visión alternativa al sistema liderado por Estados Unidos durante su visita a la región en diciembre del año pasado. Xi dijo entonces que China estaba dispuesta a aportar «la sabiduría y la fuerza chinas» para resolver los problemas regionales.
Sin embargo, China también tiene que lidiar con las presiones de su opinión pública, que se muestra mayoritariamente solidaria con la causa palestina y crítica con Israel. Los medios de comunicación y las redes sociales chinas han reflejado el sentimiento popular de apoyo a Palestina y de condena a la violencia israelí. Algunos internautas han comparado el sufrimiento de los palestinos con el de los uigures, la minoría musulmana que vive en la región china de Xinjiang y que es objeto de una fuerte represión por parte del gobierno chino.