En respuesta al crecimiento de tensiones en la región, miles de israelíes buscan licencias para armas y adquieren equipo militar, indicando una preparación ante posibles enfrentamientos.

Desde el inicio de este año, Israel ha experimentado un aumento significativo en la solicitud y otorgamiento de licencias para armas de fuego privadas. Conforme a los datos del Ministerio de Seguridad Nacional, se han expedido más de 27.000 licencias en lo que va de año. A modo de comparación, en 2022 se otorgaron 12.896 licencias y 10.000 en 2021.

La aplicación “Easy” refleja un incremento reciente en las búsquedas relacionadas con campos de tiro, lo que sugiere un interés creciente en el manejo y adquisición de armas.

Como respuesta a esta creciente demanda, el Ministerio de Seguridad Nacional ha ampliado su departamento de homologación de armas de fuego, sumando 60 empleados. La finalidad, según indicaron, es brindar a todos los ciudadanos que cumplan con los requisitos la posibilidad de portar armas bajo el criterio de “derecho de asentamiento”.

Siguiendo las directrices del ministro de Seguridad Nacional, se hicieron compras de más de 10.000 armas de fuego a una fábrica israelí. De este total, 4.000 son fusiles “Saar”, que serán distribuidos a las sesiones de preparación para emergencias. Adicionalmente, se han adquirido equipos de combate, como cascos y chalecos protectores.

Se prevé que la entrega de estos equipos comience en 400 asentamientos que cuentan con entrenamientos civiles de MAGAV (Policía de Fronteras). En zonas donde aún no existen estas unidades defensivas, se espera que hoy se instauren nuevas sesiones de entrenamiento.

El ministro ha designado al comisario (retirado) Shimon Levia como “Proyector de Armamento de Reclutamiento y Guerra Civil”. Este cargo tendrá la responsabilidad de supervisar la distribución de las armas Saar y el equipamiento para las clases de preparación en asentamientos y ciudades. En vista del potencial desencadenamiento de conflictos, el ministro ha instruido a diversos cuerpos, como la policía, los bomberos, el Shin Bet y equipos del Ministerio de Seguridad Nacional, para estar alerta ante posibles incidentes internos bajo el esquema “Guardián de los Muros 2”, y ante riesgos como la infiltración de fuerzas de Hezbolá en la frontera norte.

Una semana tras la masacre perpetrada por Hamás en Israel, diversos establecimientos en Jerusalén han reportado un alza en ventas relacionadas con el ámbito militar. Un encargado, identificado solo como S’, de la tienda “Jerusalem Shooting Ranges”, confirmó un incremento sin precedentes en la venta de munición, armas y equipo militar. Según S’, muchos acuden a su establecimiento en la calle Yannai, próximo al centro comercial Mamilla, en búsqueda de equipamiento táctico. Las ventas, que incluyen desde armas hasta material relacionado con soldados, han visto un incremento significativo.

Un individuo no identificado desembolsó 140.000 shekels en equipamientos destinados a soldados. Fuentes cercanas indicaron que el detalle del aporte adquiere mayor relevancia al conocerse que los benefactores eran cristianos originarios de Francia.

El contexto de conflicto ha incentivado entre los ciudadanos israelíes una búsqueda de mayores medidas de seguridad. Muchos han optado por adquirir licencias de armas de fuego. Se ha identificado que existen desigualdades en los criterios para la adquisición: “Un residente del centro de Jerusalén que no haya tenido experiencia en combate podría enfrentar obstáculos para conseguir un arma, en contraste con alguien con experiencia combativa que viva en un asentamiento más reducido”, indicó una fuente.

El proceso de formación para el manejo de armas se realiza en un período aproximado de 4,5 horas. Incluye lecciones teóricas y prácticas, donde se disparan hasta 100 balas. Posteriormente, los resultados se remiten al Ministerio de Seguridad Nacional para obtener el visto bueno.

Recientemente, se ha aprobado la posesión de un máximo de 100 balas por individuo, duplicando el límite previo que era de 50. Sin embargo, esta aprobación debe ser solicitada de forma individual.

Los precios de las armas fluctúan, comenzando en 3.000 shekels para los modelos básicos, y pueden alcanzar un promedio de 3.500-3.700 shekels para modelos menos frecuentes. El costo total del proceso, incluyendo la capacitación, oscila entre 4.000 y 5.000 shekels.

Además, ha surgido una clara inclinación por adquirir accesorios modernos para las armas, tales como sistemas láser y dispositivos de iluminación avanzada. Esta tendencia refleja el interés de los ciudadanos por mantener su equipo en las mejores condiciones.

Moti Litwornik, guía turístico de Jerusalén que colabora con grupos cristianos de Francia y Canadá, compartió su experiencia. “He reunido fondos de cristianos que apoyan a Israel y he invertido en suministros y comida para los soldados del sur”, comentó a los medios. Litwornik recalcó que, aunque los soldados tienen alimentos, hay déficit en otros insumos esenciales.

En una revelación destacada, Litwornik añadió: “Una entidad francesa con la que colaboro obtuvo una contribución de un musulmán interesado en apoyar a Israel. Mi objetivo es que cada centavo que los benefactores donen a las FDI llegue de manera inmediata”, finalizó.