Los pies on los grandes olvidados hasta que duelen o molestan. Y es que muy pocas personas son conscientes de la necesidad de revisar y cuidar los pies, tal y como hacemos con, por ejemplo, los dientes. 

Porque como destacan desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), todavía queda mucho camino por hacer en cuanto al cuidado de esta parte de nuestro cuerpo. 

Como señala Pilar Nieto, presidenta del ICOPCV.

  • “Habitualmente, las personas que acuden al podólogo es porque a priori han detectado un problema en sus pies y necesitan ser tratados por el profesional sanitario especializado en la salud de los miembros inferiores. Esto hace que personas con rentas bajas que no lo pueden costear, se encuentren en una situación muy compleja cuando la salud de sus pies se ve afectada”.

Por ello, los especialistas en podología vienen reclamando desde hace tiempo que esta especialidad sea incluída en el sistema nacional de salud para facilitar el acceso a todos los ciudadanos. 

¿Cómo saber que tengo un problema en los pies?

Con el fin de aprender a revisar los pies y acudir a un podólogo a tiempo, desde el ICOPCV explican cuáles son las señales más habituales que indican que la salud de nuestros pies se ha visto afectada:

  • Cambios de color de las uñas. Las infecciones por hongos o bacterias son muy habituales en los pies, en concreto, en las uñas. Cualquier alteración del color en ellas, como que aparezcan amarillentas, es una señal de que algo no va bien. 
  • Rugosidades en las uñas. Como los cambios de color, también pueden ser un signo de infección. 

Cambios de color en las uñas o la aparición de rugosidades en ellas son algunas de las señales de problemas en los pies. Adobe Stock.


  • Dolor en los talones. Si el talón duele es que algo no va bien. Puede ser debido a decenas de patologías como la aparición de un espolón o tener una fascitis plantar. Por eso, ante la más mínima molestia se debe acudir al podólogo.
  • Falta de sensibilidad. Se trata de un problema muy común en personas con diabetes y con problemas sistémicos o neurológicos. En estos casos, es clave realizar periódicamente revisiones en el podólogo porque podrían aparecer úlceras que el paciente no detecte por esa falta de sensibilidad y que, de no ser tratadas rápidamente, derivaran en consecuencias graves como amputaciones.
  • Desgaste irregular del calzado. Observar en las suelas de los zapatos que desgastamos más por una zona puede indicar un desequilibrio en la marcha que afecte a más partes del aparato locomotor. El podólogo, en cada caso individualizado, ofrecerá el tratamiento más adecuado.
  • Dolor al caminar. Una cuestión muy habitual y que, en el caso de personas mayores, puede incluso ser incapacitante, afectando seriamente a su salud general. Este dolor puede tener múltiples causas, desde sabañones, verrugas plantares, papilomas, a callos o los conocidos “ojos de pollo”, entre otros. 

De nuevo, es esencial acudir al podólogo para averiguar la causa y aplicar el tratamiento que permita volver a caminar aliviando esa molestia.

  • Niños que se caen con mucha frecuencia. Está claro que los niños se caen habitualmente debido a la gran actividad que tienen. Pero cuando esto sucede de una forma exagerada a partir de los 3 o 4 años, es necesario “realizar una revisión porque podría ser causa de tener pies planos, por ejemplo, y que se diera una alteración funcional del esqueleto”, advierten los podólogos valencianos.
  • Deformaciones en dedos. Si con el paso del tiempo los dedos de los pies comienzan a deformarse es necesario determinar la causa lo más pronto posible para evitar futuras complicaciones.
  • Picor en los pies. Si el picor o el enrojecimiento de la piel de los pies es intenso o se alarga en el tiempo, podría tratarse de una infección por hongos u otro tipo de patógeno, que pueden ser bastante contagiosas y requieren tratamiento con celeridad.
  • Dolor lumbar, caderas o piernas. Cualquier dolor de este tipo puede deberse a que no estemos pisando correctamente. Por eso, una visita a un especialista no está demás para descartar posibles anomalías en los pies.