El PP defiende el carácter «pacífico» y legítimo del «que te vote Txapote» contra Sánchez el 12-O

Los ciudadanos que abuchearon a Pedro Sánchez el pasado jueves durante la celebración de la Fiesta Nacional del 12 de octubre mostraron «pacíficamente su desacuerdo» y «y no sería de extrañar que los que le pitaron ayer sean votantes suyos que se sientan estafados». Así está escrito negro sobre blanco en un documento interno repartido por Génova a sus dirigentes y cuadros intermedios. Porque si bien aseguran en el PP que no alentaron los abucheos, una vez producidos, los justifican, a pesar de que uno de los lemas más coreados, esto es, «que te vote Txapote» ha vuelto a recibir el rechazo de algunas víctimas del terrorismo, como es el caso la hermana de Gregorio Ordóñez y presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez.

El eslogan, -aludiendo a uno de los más sanguinarios asesinos de ETA y vehemente defensor del terrorismo- volvió a resonar apenas un día antes de una foto inédita, la de Pedro Sánchez con la portavoz parlamentaria de EH-Bildu, Mertxe Aizpurúa. Lejos queda aquella imagen de diciembre de 2019 de Adriana Lastra y Rafael Simancas con Aizpurúa y Óskar Matute, en la que los socialistas aparecían serios, sin ningún gesto de complicidad, como si estuvieran tragando un enorme sapo tras decir una y otra vez que jamás, jamás, pactarían con esta coalición que acoge a formaciones vinculadas en su momento a ETA y preside Arnaldo Otegi, que fue miembro de la banda terrorista.

La foto de este viernes también ha sido criticada por la organización que preside Ordóñez, Covite. «Fotografiarse con @MertxeAizpurua implica ayudar a la izquierda abertzale a asentar la impunidad fáctica y moral que tiene sobre la trayectoria terrorista de #ETA. Una trayectoria sobre la que no han asumido sus responsabilidades», sentenciaron vía Twitter.

El PP apela a una repetición electoral

En el argumentario interno no aluden en concreto a ninguno de los abucheos, entre ellos, también, el de «Puigdemont a prisión», que se escuchó en el multitudinario acto del PP del pasado 24 de septiembre. «Lo grave no es que la gente manifieste su malestar con Sánchez por ceder al chantaje de los independentistas, sino que Sánchez les ocultase sus intenciones cuando se presentó a las urnas y esté dispuesto a hacer ahora justo lo contrario de lo que prometió. Es un fraude en toda regla«, prosigue el texto al que ha tenido acceso El Independiente. En el mismo vuelven a apelar a una repetición de elecciones. Repartir las cartas de nuevo abriría otra ventana de oportunidad para Alberto Núñez Feijóo, al que su triunfo electoral del 23-J no le ha servido para ser investido presidente del Gobierno.

Feijóo calificó de «broma» y de «difamación» la acusación que le dirigió Pedro Sánchez en un corrillo con periodistas desde el Palacio Real de estar tras la pitada. Pero el PP, lejos de rechazarla, la justifica. Aducen que «no nos gustan los abucheos, pero no es de extrañar que en la celebración de la Hispanidad los españoles muestren pacíficamente su desacuerdo con aquellos que están dispuestos a ceder a los chantajes de los independentistas. Es lamentable que Sánchez pretenda culpar de ello al PP en vez de preguntarse por qué le sucede».

Ausencia del independentismo en la fiesta del 12-O

A juicio de los populares, son la amnistía y el referéndum de autodeterminación el telón de fondo de las protestas del pasado día 12, todo ello en ausencia de los aliados parlamentarios de Sánchez. Allí no estuvieron representantes ni de ERC, ni e Bildu ni del PNV. Tampoco de Junts. Sí estuvieron los ministros de Unidas Podemos con la única excepción de la titular de Igualdad, Irene Montero, de viaje en Chile. Le sustituyó la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez.

Todo ello sucede, contextualizan, «mientras negocian con los independentistas una amnistía y un referéndum del que siempre renegaron y que ahora están dispuestos a conceder para mantenerse en el poder tras perder las elecciones».

Desde hace semanas los argumentarios del PP está centrados en la ley de amnistía que negocia el Gobierno con ERC y con Junts. Una cesión que califican de «chantaje que pagaremos todos los españoles». Critican en Génova que el secesionismo ya «da por hecha la amnistía», hasta el punto de ir ahora a por el referéndum». «Solo la petición de amnistía debería ser suficiente para que un político responsable rechazase estas exigencias».

La amnistía «es un pago del presidente del Gobierno a un político fugado de la Justicia a cambio de su voto para mantenerlo en el poder. Es ilegal desde el punto de vista jurídico, una aberración democrática desde el punto de vista político y una indecencia desde el punto de vista moral», sentencian en alusión al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.