«¿Puedo dejar atado a mi perro en la puerta del supermercado mientras hago una compra rápida? Ilegal. Puede suponer una multa de hasta 10.000 euros«. Así empezaba el vídeo en el que la Policía Nacional respondía a dudas sobre la Ley de Bienestar Animal. Publicado en sus redes el pasado 29 de septiembre, el día que la norma entró en vigor, desapareció poco después por petición del Ministerio de Derechos Sociales (pero sigue visible en cuentas que lo republicaron). «Nos comunicamos con ellos para decirles que lo eliminaran», cuenta Sergio García Torres, director general de Derechos de los animales. «Había algunos puntos, además de ese, en los que las interpretaciones eran demasiado estrictas. Como en todas las leyes, debe imperar el sentido común«.

Este vídeo y la noticia, dos días después, de que la Policía Local de Vigo había multado con 500 euros a una joven por dejar a su perro atado en el exterior de una farmacia, desataron la alarma entre los dueños de perros acostumbrados a hacer recados mientras los pasean. Aunque la denuncia de Vigo no llegó a tramitarse —la policía municipal no tiene la potestad de multar, solo de proponer la sanción, y esta nunca llegó al Ayuntamiento—, sendas informaciones provocaron que García Torres hiciera algunas precisiones en su Tiktok.

«Lo importante es no dejar al animal sin supervisión. La supervisión es el eje fundamental de la norma«, responde a El Periódico de España, de Prensa Ibérica. «Puedes dejarlo atado media hora, si no lo pasa mal, en un sitio desde el que lo estés viendo. Pero, aunque sea un minuto, no puedes perder la supervisión visual del animal«.

El punto concreto al que se refiere y que ha provocado el revuelo es el 27.d, que dice que queda prohibido mantener a un animal de compañía «atado o deambulando por espacios públicos sin la supervisión presencial por parte de la persona responsable de su cuidado y comportamiento». Esto quiere decir que si el dueño del perro entra a una farmacia y lo deja atado fuera pero puede verlo desde dentro, cumple la ley. Si entra a un local más profundo (por ejemplo, un supermercado) y no puede verlo, no la cumple y se arriesga a ser sancionado.

El director general cuenta que el vídeo de la policía les pareció «muy simplificado» y que «erraron un poco porque no dejaban claro que puedes dejar al perro atado mientras exista supervisión». Preguntado por la aplicación policial del sentido común, Garcia Torres alude a las normas de tráfico. «Por ejemplo: no puedes entrar a una rotonda por el carril izquierdo, pero todos lo hacemos [entrar por el derecho es lo recomendado con excepciones, según la DGT]. Si hubiera policía, multaría al 80%. Pero si no supone un problema, en este caso con los animales, creo que se aplica el sentido común».

Evitar robos

Lola García, abogada y fundadora del despacho Derecho y Animales, coincide con la interpretación del legislador. «Siempre que se pueda tener control visual del animal se debe entender por cumplida la norma», dice. «Esta obligación solo busca la protección de los animales y acabar con la práctica de dejarlos ‘aparcados’ en las puertas de los comercios. Los exponemos a que sean robados, como ocurre en muchas ocasiones».

La prohibición de dejar a los animales de compañía atados a la puerta de un comercio tiene que ver, confirma el director general, con los robos. «Se han dado bastantes. También hay situaciones en las que los animales se ponen nerviosos y acaban soltándose o perdiéndose. Incluso conozco el caso de un accidente provocado por un perro que se soltó y terminó en la carretera. La prohibición tiene que ver con la seguridad del animal».

Los gatos no suelen salir a la calle PEXELS


Dueños de perros consultados por este diario no opinan lo mismo. «No le veo nada positivo», comenta Jorge, un autónomo madrileño que suele salir con su perro cuando va a comprar. «Me da la sensación de que los legisladores no tienen perro. Cualquiera que tenga uno sabe que lo que más les gusta es salir a la calle. Una medida que hace que vayan menos a la calle va en perjuicio de su bienestar. Yo nunca he visto un perro robado o causando problemas a la puerta de un súper. Es como prohibir a la posible víctima de un atraco salir de casa. No tiene sentido».

Para adaptarse a la norma, García Torres recomienda ir a sitios que dejen entrar a perros y «cambiar las dinámicas» si esto no es posible. «Hay gente a la que no se le pasa por la cabeza dejar al perro atado sin supervisión. Puedes pasearlo, dejarlo en casa y luego ir a esos establecimientos».

Con respecto a dejarlos en el coche —donde el vídeo de la policía decía: «si solo es un momentito y no hace mucho calor, ¿puedo dejar a mi animal en el coche? Ilegal. No puedes dejarlo encerrado dentro de un vehículo o en condiciones térmicas que pongan en peligro su vida»—, el responsable del Gobierno recuerda que la clave está en la última parte, «no dejarlos expuestos a condiciones térmicas que puedan poner su vida en peligro». La ley dice literalmente «no dejarlos solos dentro de vehículos cerrados, expuestos a condiciones térmicas o de cualquier otra índole que puedan poner su vida en peligro».

«Esto, al igual que la interpretación de las leyes, recae en las fuerzas y cuerpos de seguridad, que podrán valorar cada situación y evaluar la respuesta», concluye. «Esta cuestión tiene la finalidad de dar herramientas a emergencias de cara a poder romper un cristal de un coche si ven un animal en peligro».