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A veces, la empatía solo llega cuando alguien vive el mismo proceso. Alicia fue muy cruel con su amiga Victoria y, después de pedirle que rompiera con Diana, se alegró de que esa relación no llegara a buen puerto, sin entender cuánto estaba sufriendo su amiga.
Pero la vida no ha tardado en darle una gran lección a Alicia y, al darse cuenta de que su matrimonio iba a estar condenado al fracaso, Román anuló sus planes de boda con la abogada, dejándola en la estacada.
Ahora, las amigas han vuelto a recuperar la buena sintonía, unidas por el desamor. La abogada ha lamentado mucho su actitud: «Hasta hace poco yo tenía los mismos prejuicios que tu familia. Parece que hasta que no te pasa algo malo no te das cuenta del sufrimiento de los demás».
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