Desde las cinco de la madrugada apenas quedaban huecos para seguir en directo El Desembarco, el cual entre medias acoge una batalla en la que la pólvora es la protagonista, entremezclada con luchas, fuego, música y narración histórica. Más de 4.000 personas la han presenciado in situ. Y este era solo el principio de cinco intensos días dedicados de lleno a los moros y cristianos