Después de perder el miércoles ante el Obradoiro y a las puertas de un nuevo duelo ante uno de los equipos más peligrosos de la ACB como es el Baskonia, Porfirio Fisac, técnico del Casademont Zaragoza, ha realizado balance de uno de los inicios de campaña más frenéticos que se recuerdan en el Príncipe Felipe en los últimos años. «El equipo no está adaptado después de la incorporación de jugadores y los percances. Son demasiadas cosas que se juntan en el mes más importante», comenzaba diciendo Fisac.

«Llevamos cinco partidos fuera de casa y uno como local, que hace todo más complicado todavía. Hemos tenido que incorporar a cuatro jugadores en este tramo», lamentaba el preparador. «Son demasiadas cosas que nos tienen que hacer sentirnos más fuertes y más vivos», expresaba.

El equipo ha cosechado una victoria en sus cuatro primeros partidos en un arranque de Liga atropellado en el que los suyos se desplazaron a Suecia entre la segunda y la tercera jornada para la disputa de la fase previa de la FIBA Europe Cup. «Tengo que estar tomando decisiones en los partidos y entrenamientos, en los que tengo que enseñar a la vez que competir», manifestaba Fisac. «Esto es largo y hemos superado una parte importante para nosotros como era poder ganar en el torneo en Suecia», agregaba.

Los suyos se miden este domingo a las 17.00 al Baskonia, segundo equipo que visita el Príncipe Felipe esta temporada. «Necesito una segunda victoria para estar cómodo», explicaba. «Es un equipo realmente fuerte de la parte alta de la tabla, de esos cuatro o cinco diferentes al resto de los mortales. Es una plantilla con muy buen nivel físico y que tiene gente en el interior que trabaja muy bien el rebote ofensivo y que trabaja muy bien el campo», analizaba Fisac sobre su próximo rival. «Tiene exteriores de mucha calidad. Combinan situaciones de poder tirar y de jugar el uno contra uno con otras de jugar con un nivel físico alto y atacarte en el uno contra uno y el rebote», afirmaba.

El físico, mermado por el frenético inicio

Para el segoviano, este punto de la campaña resulta clave pese a que no tenga a los suyos al 100% físicamente. «Es muy importante ser competitivos, estar todos bien y que el grupo sepa que nos estamos jugando muchas cosas en este tramo inicial», indicaba.

La situación en la zona exterior sigue siendo complicada, con Bell-Haynes y Emegano siendo las dos grandes dudas de cara al choque ante el cuadro vasco. «Los jugadores van justitos. Con Bell-Haynes vamos poco a poco. Como no entrenamos, estamos intentando incorporarle y que coja ritmo después de tres semanas parado. Tratamos de que se sienta cómodo con su hombro», aseguraba. «El caso de Emegano es el más complicado porque no ha tenido ninguna sesión con el grupo. Su rodilla está estable y necesitamos que vaya reincorporándose», decía el preparador.

Con Okafor también perjudicado físicamente por este carrusel de encuentros con el que el Casademont ha iniciado la temporada, los de Fisac tratarán de hacer del Príncipe Felipe su bastión para sumar su segundo triunfo en la competición doméstica mientras continúan poniéndose a punto. «Okafor sigue progresando, aunque todos estos partidos no le han venido nada bien por el desgaste. Intentamos reconducir y producir de la mejor manera posible», expresaba el segoviano. «No son nombres de una empresa, sino jugadores de una máquina que necesita estar engranada y que, ahora mismo, no lo está del todo», afirmaba Fisac.