Cada año por estas fechas la náutica se reúne entorno a una de las ferias más importantes de Europa, el Salón Náutico Internacional de Barcelona, que este año llega a su 61 edición del 11 al 15 de octubre. En esta ocasión, la Copa América que se celebrará el próximo año en la ciudad condal, ha estado muy presente en el certamen.

El presidente del Salón Náutico, Luis Conde, atiende a Mundo Deportivo una vez superado el ecuador del certamen.

Una vez superado el estreno, estamos ante el fin de semana de Salón Náutico ¿cómo está yendo?

“El primer día fue muy bien, el día festivo también, el viernes por la tarde fue más tranquila y de cara al fin de semana se espera una afluencia importante, sobre todo el domingo, que los que vuelvan de puente pronto, tendrán tiempo de poderlo ver. Estamos en los números que teníamos previstos y cerraremos con unos 50.000 visitantes”

Este año hay 240 expositores distribuidos en un espacio de 22.000 metros cuadrados.

“Lo bueno que tiene el Salón Náutico es que aquí lo encuentras todo. Es como si tienes una casa y tienes una lista con el teléfono de los proveedores como fontanero, el carpintero, el electricista…y aquí pasa lo mismo. En el Salón Náutico tienes la ventaja que lo encuentras todo y tener un barco es como tener una casa.. que quieres pintar el barco, aquí lo encuentras, o quieres cambiar la electrónica, también y si te quieres cambiar el barco también. Aquí tenemos barcos desde 4 metros a más de 20”.

¿En el Salón Náutico se pueden encontrar barcos para todos los gustos?

“La costa catalana es muy de calas y ahí es más difícil fondear con barcos muy grandes. Por ejemplo si tu estás en la Costa Brava, a excepción de la bahía de Palamós y Cadaqués, el resto son calas donde no caben los barcos grandes. Aquí la náutica va con la economía y en España tenemos lo que tenemos, y el tipo de barco que tenemos en el salón, es el que va acorde con nuestra economía. de 150.000 embarcaciones que hay en España, el 80% es de menos de ocho metros. Si quieres comprarte un superyate, vete a Mónaco”.

Aparte de la venta, ¿que encontramos entre los expositores?

“Vender, claro, pero sobre todo mostrar la innovación. Hay mil cosas creativas cada año que salen el mercado. La tecnología está y aquí lo vemos como evoluciona y crece. El coche eléctrico hace mucho que está inventado, pero le cuesta implantarse de forma generalizada porque no hay puntos de recarga. El barco híbrido y eléctrico están inventados y hasta el hidrógeno, como podremos ver el año que viene en la Copa América, barcos de acompañamiento que también vuelan. Esto no lo hubiéramos pensado jamás. No sería ninguna sorpresa que dentro de diez años viéramos que todos los barcos vuelan”.


El Salón Náutico permanecerá abierto hasta este domingo, 15 de octubre

Salón Náutico

Y ya una vez superada la crisis del COVID, el Salón Náutico se ha consolidado entre los más potentes del continente.

“En Europa, el ranking está encabezado por Düsseldorf, que no tiene mar pero tiene dinero. El segundo es Génova, que tiene diseño y astilleros. El tercero es Cannes, en Francia hay una gran afición al mar y la gente es muy navegante sobre todo en la Costa Azul. Y en el cuarto está el de Barcelona, y primero en España. Aunque tenemos unos 20 barcos menos en el agua, es a causa que hemos tenido que ceder espacio a los equipos de Copa América, pero por otro lado tenemos barcos de esloras más grandes en el agua y en tierra En total tendremos unos 650 barcos”.

Aprovechando que la próxima Copa América se celebrará en Barcelona ¿el Salón Náutico también ha querido aprovechar de estas sinergias?

“Barcelona tienen que vivir de cara a la Copa América. El Salón Náutico tiene que dar prioridad a eventos como la Copa América, porque es un evento único. En Barcelona tendremos una o dos, y salones hay cada año, con lo que tenemos que colaborar al máximo. Pero a cambio, la Copa América tiene que lograr que la ciudadanía baje al mar, que no se considere una cosa elitista. Nadie piensa que la Formula 1 es elitista, es diferente. Es elitista un Rolls Royce o un Porsche, con lo que con los barcos pasa lo mismo. No tiene que haber miedo de traspasar el muro que pueda parecer la Copa América”.

Esto es el mejor reclamo

“Sin duda. La Copa América es innovación y turismo. La Copa América no es vela. Es un bicho que va a cien por hora, los tripulantes van con chalecos y cascos…los grandes puristas de la navegación a vela te dicen que no es vela. Van ocho ciclistas generando energía hidráulica para generar energía para funcionar, y en el momento que el barco toca el agua, capota”.

Y lo que puede aportar a la ciudad en cuanto a imagen

“El país que más se sigue la Copa América es Estados Unidos. Y durante un mes se van a ver vídeos e imágenes de televisión del puerto de Barcelona, de la regata en sí, de la ciudad, de la Pedrera, de la Casa Batlló, y la gente va a decir: ‘Vamos a ver esto’. Y habrá una afluencia de turistas importantes en la ciudad gracias a la Copa América. Turismo de todas partes, pero el americano es el que más gasta aquí”.

¿Y en qué se beneficiará el Salón Náutico?

“Como Salón Náutico, durante la Copa América podemos hacer algo creativo y bonito. Y el Salón Náutico se pueda celebrar justo después de la celebración de la regata, a mediados de noviembre. Lo bueno que tiene Barcelona que hace buena temperatura hasta enero. Lo único que el día es un poco más corto, pero también se puede empezar antes. Estamos valorando todas las posibilidades”.