El Real Zaragoza llega a El Molinón este sábado (18.30 horas) con su primer estado de incertidumbre de una temporada que empezó rodada, con liderato seis jornadas y un pleno al 15 en las cinco primeras citas, pero que se ha ido torciendo, con el varapalo ante el Alcorcón como punto culminante el pasado domingo. El caso es que el equipo de Fran Escribá llega a Gijón con tres derrotas en los últimos cuatro partidos, con 4 puntos de 15 posibles y con la amenaza de salir del playoff, ya que el Sporting le superaría en la tabla si le gana y con la única intención de recuperar resultados y sensaciones, porque ambas cosas ha perdido en los últimos tiempos. Se trata de volver, de acabar con estos tiempos de problemas y buscar de nuevo la faz positiva del arranque liguero. Un giro en toda regla, vamos.

El partido, ante un Sporting que suma pleno de triunfos en El Molinón, con cuatro por el momento, es de una dificultad tremenda y de un valor anímico añadido claro. Ganar romperá la dinámica y dará tranquilidad, hasta se puede recuperar la plaza de ascenso que está a un punto y que posee el Espanyol o el liderato, con una carambola mayor, del Tenerife que está a dos porque la igualdad en la cabeza de la clasificación es máxima. Sin embargo, incidir en el mal momento y repetir derrota aumentará las dudas y las interrogantes, con la visita del Eibar a La Romareda y el difícil partido en Burgos en el horizonte, que se llenaría de sombras para el equipo y para Escribá, que no está por ahora ni mucho menos discutido en su puesto, pero la ley del fútbol ya dice claramente que no hay cosa más débil en el fútbol que un entrenador sin victorias. 

En la jornada 11 de una Liga de 42 nunca puede haber un partido clave y fundamental, pero el choque en Gijón señala un duelo importante, de los que no conviene en absoluto fallar por muy fuerte que parezca el rival y lo lanzado que vaya, que ambas cosas confluyen en el Sporting.

El Zaragoza ha perdido seguridad atrás, ya que salvo en Andorra y ante un rival con 10 que rozó marcar en un remate al palo, ha encajado goles en los últimos seis partidos, hasta dos en el último frente al Alcorcón, ambos tras errores garrafales de los de Escribá, de Grau y Poussin en concreto en ese día después de que el tanto que supuso la victoria del Mirandés en La Romareda fuera en propia puerta de Jair. A esa pérdida de consistencia le suma la falta de pegada arriba, con un claro descenso de la producción en ataque, salvo en la primera media hora ante el Alcorcón, y faltando a la cita con el gol en tres de los cuatro últimos encuentros, un trío de citas (Ferrol, Mirandés y Alcorcón) saldado con derrotas.

Otra ocasión para Poussin

Los males del Zaragoza se explican, pues, con facilidad y necesita recuperar la doble senda, el dominio de las dos áreas, que sí tenía al inicio del curso, sobre todo en la de Cristian Álvarez, de nuevo baja en Gijón por su leve lesión muscular para que Poussin pueda enmendar su mal estreno en el once en La Romareda. Tampoco están Francho y Nieto, a los que aún les queda en la enfermería, sobre todo al lateral, ni Francés, que se encuentra con la sub-21. Mouriño y Lluís López optan a ese puesto en el eje, pero todo apunta a que será el central catalán, al que Escribá ve más fiable en estos momentos, el que hará pareja con Jair, con Fran Gámez y el frágil Lecoeuche en los costados.

Escribá ensalzó la primera parte ante el Alcorcón y eso invita a pensar en que no habrá muchos cambios. Aguado y Grau se disputan el pivote, pero el segundo tiene ventaja, aun con el error del otro día, y Mollejo puede ocupar el sitio de Bakis

El técnico ensalzó la primera parte ante el Alcorcón y eso invita a pensar en que no habrá muchos cambios. Aguado y Grau se disputan el pivote, pero el segundo tiene ventaja, aun con el error del otro día, y Mollejo puede ocupar el sitio de Bakis, que sigue sin encontrarse, porque el toledano está enchufado e implica más trabajo y agitación en un duelo que necesitará de ambas.

700 zaragocistas

Al Zaragoza no se le da muy bien en la categoría de plata El Molinón, con 10 derrotas en sus 15 visitas y además el Sporting está intratable ante su gente, que este sábado recibirá al bus de su equipo, ya que hay convocada una concentración para ello. Anda la hinchada sportinguista ilusionada y se espera la mejor entrada del curso, porque se han vendido más de 2.000 localidades al margen de los abonados que acudan. Y 700 zaragocistas, por cierto, el mayor viaje del curso, porque esas entradas ha vendido el club.

Tras las dudas después de su llegada en enero, Miguel Ángel Ramírez, la arriesgada apuesta del Grupo Orlegi, le ha cogido el tino a la categoría y el Sporting ha fichado bien: Yáñez, objeto de deseo zaragocista, Haissen Hassan, un extremo de mucho desborde, Rober Pier, Roque Mesa, llegado del paro, o Pascanu, ausente por molestias. Posee más fútbol y más capacidad que la temporada pasada y ve a tiro de piedra, a 2 puntos, los puestos de playoff. El enemigo tiene la duda en el lateral diestro, donde no sería extraño ver a Insua, pese a la solución más natural de Guille Rosas por la baja de Pascanu y mira el partido como una gran oportunidad. Igual que el Zaragoza, en este caso para volver a la buena senda. 

Alineaciones probables

Sporting: Yáñez; Insua, Izquierdoz, Rober Pier, Cote; Nacho Méndez, Roque Mesa, Hassan, Gaspar Campos; Otero y Djuka.

Real Zaragoza: Poussin; Fran Gámez, Lluís López, Jair, Lecoeuche; Germán Valera, Jaume Grau, Toni Moya, Manu Vallejo, Mollejo e Iván Azón.

Árbitro: Rafael Sánchez López (Comité Murciano)

Estadio: El Molinón.

Hora: 18.30 horas (Vamos y LaLiga TV)