La sanidad andaluza vuelve a estar en el ojo del huracán. Numerosos colectivos se movilizan en contra de la gestión sanitaria de la Junta de Andalucía, desde interinos en las bolsas de trabajo del SAS, parte de los miles de contratos COVID que espiran a fin de mes, la representación sindical y hasta las asociaciones de médicos privados, a pesar del concierto de 700 millones de euros de la Junta con la sanidad privada.
A la par, el relato que la Consejería de Salud ofrece en los ámbitos parlamentarios tilda el momento andaluz de “histórico”: la sanidad andaluza reflejada en dos universos totalmente distintos. Pero a pie de calle, la ciudadanía se ve sometida a unas listas de espera como nunca se habían visto para visitar a un especialista y también, en atención primaria. Según algunos informes, a falta de datos oficiales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Andalucía es la comunidad que lidera las colas sanitarias.
Lemas como ‘Señora consejera, esto no es sanilandia’ o ‘La sanidad no se vende, se defiende’ acompañaron al inicio de la sesión de control al gobierno de Moreno Bonilla en el Parlamento de Andalucía. La nueva manifestación de Trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (Atsas) piden frenar los recortes y exigen una «baremación justa» de la Bolsa de Empleo.
También el pasado viernes los sindicato de CCOO, Satse, CSIF y UGT rechazaron la gestión de la Junta que pretende modificar los baremos de una Bolsa de Empleo temporal que está paralizada, dejando a miles de sanitarios en standby, sin un futuro claro ni una actualización salarial.
A la par, desde los centros sanitarios emanan imágenes inquietantes. El Sindicato Médico Andaluz (SMA), una de las entidades que quedan fuera de las negociaciones con el SAS, constata el cierre de varios quirófanos por falta de anestesista.
“Nos consta que varios médicos de esta especialidad no han sido renovados en este centro. Es falso que falten médicos. El SAS disponía de facultativos, pero no les ha renovado el contrato”, explican fuentes del SMA.
Los recortes en la gestión del personal se están sintiendo tanto en las áreas de quirófano como en las consultas, y tanto en los hospitales como en los centros de salud, alertan los sanitarios. “¿Cómo es posible que estemos viviendo esta situación cuando el presupuesto del SAS este año es el mayor de la historia? ¿A dónde ha ido todo ese dinero?” plantean desde el SMA.
Todos los sindicatos consultados desmerecen la gestión presupuestaria, de nada sirve destinar recursos a la sanidad pública si estos no son gestionados adecuadamente, valoran desde las entidades. Señalan al concierto millonario del SAS a la privada para reducir la lista de espera quirúrgica.
Respuesta de la Junta de Andalucía
Ante este panorama, sorprende el tono de la consejera de Salud, Catalina García, que resumió el momentum sanitario andaluz como histórico: “El mayor presupuesto de la historia, el mayor número de profesionales y los mejores pagados de la historia, con la mayor renovación tecnológica y de infraestructuras de la historia…”
Los datos de la Junta son elocuentes, hay 4.496 médicos más en Andalucía que en 2018, en total Andalucía cuenta hoy con 28.000 facultativos. Habría oficialmente un incremento del 18% de la plantilla del SAS, con más de 120.000 trabajadores. Pero al otro lado del espejo, los sanitarios no avalan esa imagen ‘histórica’ de la sanidad pública andaluza.
Ante las carencias que padecen centros de salud y hospitales y ante la elocuencia de las listas de espera, “la Consejería de Salud volverá a ofrecer la misma explicación de siempre: que se trata de hechos puntuales y que nunca ha habido tantos médicos en el SAS. Pero no es verdad”, responden desde el SMA.
El sector explica a El Plural que la plantilla de facultativos del SAS ha disminuido en términos relativos en los últimos años, y el presupuesto del SAS para 2023 está agotado desde hace meses, lo que está provocando severos recortes en la sanidad pública.
El presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla tuvo que enfrentarse a la pregunta de la gestión sanitaria por parte del líder de la oposición, el socialista Juan Espadas, quien cuestionó por los baremos de transparencia en los datos que la Junta ofrece sobre listas de espera. Sin embargo, el popular terminó por acusar al anterior gobierno socialista de haber ocultado las listas de espera hace dos mandatos y mencionó su preocupación por las negociaciones de investidura y el hecho de que Pedro Sánchez se reúna con Junqueras, de ERC.
Implicaciones sociales
“Lo sentimos, las citas para los próximos días están ocupadas. En breve estarán disponibles nuevas citas. Por favor, vuelva a intentarlo próximamente» es la respuesta que, desde hace más de una semana, obtiene este periodista, con médico asignado en la capital de Andalucía, no en ninguna remota área rural. Para la ciudadanía, sin citas disponibles, las listas de espera son la evidencia más patente de la crisis sanitaria.
Ante la falta de datos oficiales de la Junta, CCOO presentó un informe en el que constatan que más de un millón de andaluces están en espera de ser intervenidos o de una primera cita en atención especializada. Se trata, según el sindicato, del número más elevado desde que hay registros. En rango evolutivo, son 200.000 personas más en espera desde que gobierna el Partido Popular, de hecho, la lista de espera quirúrgica creció entre 2021 y 2022 el triple de rápido en Andalucía que en España.
También el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos se muestra preocupado por los efectos de las ‘históricas’ listas de espera, que “tienen un impacto negativo sobre los pacientes”. El colectivo también reseña que para garantizar el servicio hacen falta cambios, “no se están cubriendo todas las plazas vacantes de médicos y otros profesionales en nuestros centros sanitarios (bajas laborales, reducciones de jornada o jubilaciones)».
Malestar en la privada
Lejos de lo que cabría esperar, esta crisis sanitaria que solo la consejera de Salud parece no apreciar, no está implicando una satisfacción directa en los médicos privados. El Colegio Médico de Sevilla, que hace un año lideró las protestas en su sector por sus condiciones de trabajo vuelve a levantar la voz.
Hay paros con determinadas aseguradoras de especialistas Otorrinolaringólogos, Cirujanos Maxilofaciales, Urólogos, Cirujanos Plásticos, Digestivos, Hematólogos, Cardiólogos, y Cirujanos Plásticos. Ahora, anuncian que los pediatras harán lo mismo a partir del próximo 16 de octubre.
Cuestionados por el desvío a la privada de los 700 millones de euros que la Junta ha anunciado a través de varios lotes, el Colegio de Médicos de Sevilla se posiciona claramente: “Antes de dar el dinero a la privada, algo ni justo ni lógico, tienen que estar a tope los quirófanos de la sanidad pública, y cuando estén trabajando al 100%, entonces que haya dinero para la privada».
Los sanitarios privados señalan también la falta de médicos provocada por los abusos profesionales de las aseguradoras sanitarias. Desde la privada también denuncian la desactualización de las retribuciones, que llevan sin actualizarse más de 20 años.
De nuevo, esto repercute en la seguridad de los pacientes y en la calidad asistencial.