Cada duelo entre el Astralpool Sabadell y el Assolim Mataró es diferente, pero todos tienen máxima emoción. En la final de la Supercopa de España Iberdrola disputada este miércoles en la Finetwork Aquàtics del equipo vallesano parecía que, con un 11-4 para las vallesanas a falta de siete minutos, todo estaba decidido. Pero no hay partido entre los dos gigantes del waterpolo nacional sin emoción y el segundo de la temporada no podía ser menos.

El Sabadell se ha proclamado supercampeón de España tras derrotar a su gran rival por 12-11 en otro duelo para el recuerdo, con igualdad máxima de inicio, un equipo vallesano muy superior entre el segundo y el tercer cuarto que llegó con seis goles de ventaja al último y una reacción espectacular del Mataró en el parcial final. En él se colocó a un gol a medio minuto del final para obligar al Sabadell a sufrir hasta el final en otro duelo de época entre dos gigantes que prometen muchos más.

Si en la Copa Catalunya, con superioridad mataronense pero con el Sabadell llegando muy vivo hasta el final, hubo emoción, la Supercopa de España no se quedó atrás. Con guion adverso, esta es para el Sabadell, la decimosegunda de su historia, la primera desde 2020 para acabar con la racha de dos triunfos seguidos del conjunto del Maresme. El empate en duelos directos esta temporada está servido y el primer trofeo nacional de la temporada es para el conjunto de David Palma ante las perspectivas de nuevamente constantes cara a cara entre los dos equipos en lucha por todos los títulos de la temporada.

Lo que estaba siendo seguramente el duelo más tranquilo para el Sabadell en estos años de rivalidad entre dos equipos al inicio del último cuarto se convirtió en otro choque repleto de emoción en los últimos ocho minutos. Del 10-4 al final del tercer cuarto y 11-4 a falta de siete minutos para el final se pasó a un 12-11 a veintisiete segundos para la conclusión. El Sabadell aguantó la última posesión de la mano de Bea Ortiz para amarrar el título.

Precisamente la rubinense, con tres goles, los mismos que Judith Forca, ejercía como líder del equipo vallesano ante un Mataró exento de claridad en el lanzamiento hasta el último cuarto. En él, Simone van de Kraats se disparó hasta los cinco goles y Rita Keszthelyi hasta los tres, pero estos acabaron siendo insuficientes para que se volteara un partido marcado por las tempranas segundas expulsiones sumadas tanto por Judith Forca como por Anni Espar, lo que mandó a las dos grandes referentes de ambos equipos al banquillo durante muchos minutos.