Tras la peor matanza de israelíes perpetrada por el grupo islamista Hamás en toda su historia, y la respuesta de Tel Aviv de atacar Gaza a sangre y fuego, España ha lanzado una ofensiva diplomática con un doble objetivo. Por un lado, tratar de evitar que el conflicto se expanda por otros actores en la región, especialmente Líbano (donde España tiene 683 soldados y lidera la misión de paz de Naciones Unidas) o Cisjordania. Por otro, para intentar conseguir en la Unión Europea una postura común de respuesta a la nueva crisis de Oriente Próximo, y que Bruselas mantenga las ayudas que ha anunciado por sorpresa que va a congelar.

El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ha llamado este lunes a su homólogo de Emiratos Árabes Unidos, uno de los países influyentes en el mundo árabe. Se une a las conversaciones que ha mantenido desde que estallara la crisis el pasado sábado con los ministros de Exteriores de Israel, Palestina, Jordania, Egipto, Catar, Turquía y Arabia Saudí. 

“Estamos todos en la misma línea: evitar que el conflicto se extienda regionalmente. También me han dicho que nadie lo veía venir”, asegura el jefe de la diplomacia española en conversación telefónica con El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica.

El Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, ha convocado este martes a las cuatro de la tarde a una reunión extraordinaria para tratar la crisis desatada en Oriente Próximo. En esa reunión, Albares, también como representante del país que ostenta la presidencia semestral del Consejo de la UE, tratará de ver impulsar entre los socios medidas para ayudar a “frenar esta escalada de violencia”.

Hay algunos indicios, de momento menores, de desestabilización regional. Este domingo, tras el ataque a gran escala lanzado por el movimiento islamista Hamás, el grupo libanés Hezbolá lanzó en solidaridad cohetes hacia territorio del norte de Israel. Esto obligó a los soldados españoles de la misión de paz Finul en Líbano a cobijarse en sus refugios de la base Miguel de Cervantes en Marjayún. 

Este lunes, el ejército israelí ha matado a varios sospechosos armados que se infiltraron desde el Líbano hacia el norte de Israel. En Egipto, un policía ha matado a dos turistas israelíes y su guía en Alejandría, en un atentado muy poco habitual en el país árabe, que está en paz con Israel.

Liberación de los secuestrados

El brazo armado de Hamás, las brigadas Al Qassam, secuestraron el pasado sábado a más de 100 israelíes, además de asesinar a otros 700. El grupo islamista asegura que, si Israel sigue bombardeando edificios de civiles sin avisar, los matará uno a uno. 

Albares exige que “las personas que están retenidas sean liberadas”. Este lunes se ha sabido que hay al menos dos españoles que viven en Israel desaparecidos tras el ataque a Israel. Son un vasco residente en un kibutz y una joven de 19 años con doble nacionalidad española e israelí que estaba prestando el servicio militar en Israel. El ministro español ha confirmado que dos españoles se han visto “afectados” por los ataques, pero por respeto a las familias y por precaución se ha negado a dar más detalles o confirmar las identidades.

Israel ha comenzado sus bombardeos sobre Gaza, y prepara una ofensiva terrestre. Los misiles de su Ejército han acabado ya con la vida de medio millar de palestinos, en su mayoría, civiles. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha ordenado el «completo asedio» de Gaza. Ha ordenado cortar el agua y la electricidad, e impedir la entrada de alimentos o combustibles porque, dice Israel está “luchando contra animales».

A preguntas de este diario, Albares ha defendido “por supuesto” el derecho de Israel a defenderse, pero ha añadido que tiene que hacerlo dentro del marco de la legalidad internacional. 

Malestar por la suspensión de ayuda

España no está de acuerdo con el anuncio e la Comisión Europea de suspender la ayuda de cooperación al desarrollo de la UE a Palestina como represalia por el ataque del grupo islamista Hamás a Israel. La medida, anunciada por sorpresa por el comisario europeo de Vecindad y Ampliación Olivér Varhely en su cuenta de X (antes Twitter), ha causado malestar en el Gobierno español, por el fondo y por las formas. Después ha sido levemente matizada: se trataría de revisar parte de la ayuda, y para que no caiga en manos de Hamás.

«He hablado con el comisario Varhely y le he dicho que estoy en completo desacuerdo con esta decisión. Es contraproducente, hay que separar un grupo terrorista de Hamás de la Autoridad Nacional Palestina«, asegura el ministro de Exteriores a este periódico. «La ayuda a la cooperación debe de seguir transitando hacia las ONG y los mecanismos de Naciones Unidas».

España va a tratar este martes de “revertir esta decisión” e insistirá en pedir “una voz compartida de Europa” y que “quede claro que la cooperación europea se mantiene”. «No es vía tuit como nos tenemos que enterar por una decisión que además tiene que tomar el Consejo. Me ha confirmado que va a asistir al Consejo. Podría haberlo propuesto allí», dice el jefe de la diplomacia española.

La UE financia con cerca de 700 millones de euros anuales los gastos en salarios, pensiones y sanidad en los territorios palestinos ocupados ilegalmente por Israel, además de llevar a cabo proyectos en la Jerusalén Este palestina. También contribuye a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA), que se encarga de mantener escuelas, hospitales y servicios básicos en los campos donde llevan décadas viviendo centenares de miles de palestinos tras su expulsión por el Ejército israelí. 2,1 de los cinco millones de palestinos dependen de la ayuda internacional. Esa ayuda se entrega a las autoridades de Ramalah (capital de Cisjordania y sede de la Autoridad Nacional Palestina) o a las Naciones Unidas y ONG, nunca al grupo islamista Hamás, que gobierna la aislada Franja de Gaza.

El PP «embarra» por «falta de sentido de Estado»

En este contexto de crisis internacional, el PP ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez “contundencia» de todos sus miembros, en referencia a Sumar, que ha criticado la «doble vara de medir» de aquellos que critican los crímenes de Hamás pero no los de Israel. “No caben paños calientes con el ataque terrorista de Hamás. La posición es fácil y clara, siempre a favor de los derechos humanos”, aseguró Borja Sémper, portavoz electoral.  

En este sentido, el ministro Albares se defiende recordando que fue de los primeros en condenar y de “forma muy clara” los ataques. En un tuit en la mañana del sábado, condenó “enérgicamente los gravísimos ataques terroristas” contra Israel. Lo que quiere el PP, dice el ministro en funciones, “es embarrar” y demuestra con ello su “falta de sentido de Estado”.