El Partido Cristiano-Social (CSV, conservadores) ganó este domingo las elecciones generales en Luxemburgo y reclamó formar el próximo Gobierno, al conseguir 21 de los 60 diputados del Parlamento, muy por delante de los resultados cosechados por los liberales (14), los socialdemócratas (11) y los verdes (4), trío integrante de la coalición gubernamental saliente.
El CVS, liderado ahora por el exministro Luc Frieden, repite así como el más votado, al igual que en las elecciones de 2014 y 2018, aunque los resultados de este domingo lo sitúan en posición de poder formar Gobierno, dependiendo de sus negociaciones con otras fuerzas políticas.
Frieden, que regresó recientemente a la política tras un paréntesis de nueve años en el sector de las finanzas, ve «un mandato muy fuerte para la CSV para formar el próximo Gobierno».
Así lo afirmó al dirigirse a sus eufóricos simpatizantes el que fuera ministro con diferentes carteras durante los tres Gobiernos que lideró Jean-Claude Juncker (de 1999 hasta las elecciones anticipadas de 2014).
«La coalición azul-rojo-verde ya no existe», zanjó Frieden, en alusión a los colores de los tres partidos que han gobernado el pequeño país europeo durante una década.
Ahora la CSV va a iniciar «conversaciones respetuosas» con las otras fuerzas políticas, dijo Frieden, quien en una entrevista con el diario Luxemburger Wort mostró su preferencia esta noche por una coalición con los liberales del primer ministro saliente, Xavier Bettel, que sumaría una amplía mayoría de 35 de los 60 escaños.
De pactar con los socialdemócratas, la mayoría que sumarían sería de 31 escaños, la misma que tiene el Gobierno tripartito saliente.
Lo cierto es que la actual coalición saliente encabezada por Bettel sale debilitada por el revés sufrido por los verdes, que pierden 5 escaños.
Trs los resultados logrados en estas elecciones, liberales, socialdemócratas y verdes suman solo 29 escaños, lo que imposibilita reeditar la conocida como coalición «gambiana», ya que la suma de los colores de los tres partidos son los mismos que la bandera del país africano.
Pese a todo, Bettel manifestó a la prensa su intención de seguir asumiendo la responsabilidad gubernamental. «El resultado habla», dijo en alusión a que su partido, DP, obtuvo mejores resultados que en las pasadas elecciones, exactamente dos escaños más.
Además, el primer ministro saliente cosechó más votos a su candidatura personal, que su oponente: Bettel obtuvo 34.018 votos, frente a los 30.999 de Frieden.
Además de los socialcristianos de la CSV, los populistas de derechas de ADR son los otros grandes vencedores de la noche electoral, con 5 cargos electos, lo que le permite constituir su grupo parlamentario.
«Somos el cuarto partido más fuerte del país”, afirmó contento el líder del ADR desde marzo de 2022, Fred Keup, quien centró su acción política en la lengua y la identidad luxemburguesa, así como en la familia y la seguridad.
Los restantes escaños del Parlamento se los repartirán los Piratas, que dicen ser «ni de izquierda ni de derecha», con tres diputados, y dos para La Izquierda.
Doce partidos concurrieron en estas elecciones con un total de 649 candidatos que aspiraban a lograr un escaño en el Parlamento.
Los aproximadamente 284.000 electores registrados para elegir a los 60 parlamentarios de su sistema unicameral votaron en los 739 colegios electorales del país hasta las 14.00 hora local (13.00 GMT), seis horas después de su apertura, aunque cerca de 70.000 de ellos votaron por correo.
Al igual que en Bélgica, el voto es obligatorio en Luxemburgo, un pequeño Estado de 660.000 habitantes y uno de los países más ricos de la Unión Europea.