El mercado de las criptomonedas sigue resistiendo. El bitcoin (BTC) retrocede con moderación y se sitúa en los 27.800 dólares y el ethereum (ETH) sigue su estela, aunque se mantiene por encima de los 1.600 dólares.
Los activos digitales siguen mostrándose resilientes a pesar de que los factores macroeconómicos siguen induciendo presión adicional al espacio de las criptos. El informe de empleo de septiembre de EEUU conocido el pasado viernes provocó que el bitcoin cayese alrededor de un 2% tras su publicación, aunque remontó rápidamente y consiguió situarse brevemente por encima de los 28.000 dólares.
El informe de empleo de EEUU no gustó demasiado a los inversores ya que entienden que la fortaleza demostrada por el mercado laboral estadounidense abre camino a una Reserva Federal (Fed) mucho más dura. Y es que el mercado está en un escenario de «bad news is good news», es decir, que cualquier dato negativo aleja las posibilidades de que el banco central estadounidense siga subiendo los tipos de interés… a excepción del gran dato de interés de esta semana: la lectura de inflación de septiembre de EEUU de este jueves, cuya lectura al alza prácticamente dará manga ancha para que la Fed vuelva a pisar el acelerador.
Asimismo, este miércoles se conocerá el índice de precios de la producción de la primera economía del mundo, el cual se prevé que se mantenga estable en el 1,6% en el último mes. Además, ese mismo día, se publicarán las actas de la última reunión de la Fed, lo que dará aún más pistas de cuál será el próximo paso del banco central estadounidense.
Cabe señalar que la herramienta FedWatch de CME otorga muchas más probabilidades a una pausa en noviembre y diciembre que a un alza adicional, aunque algunos analistas destacan que los últimos datos van a postergar el pivote de Powell y los suyos.
Sea como fuere, algunos expertos creen que es difícil predecir cómo se comportará la criptomoneda reina en las próximas jornadas. Según Lucas Outumuro, director de investigación de IntoTheBlock, «muchos de los catalizadores que hicieron caer a BTC en 2022 ya no lo están haciendo». Entre ellos, destaca el posible endurecimiento de la política monetaria, que no parece haberse trasladado a los precios, o del rendimiento de los bonos, cuya correlación se ha invertido en las últimas sesiones tras poner bajo mucha presión a la criptomoneda reina.
El mercado, asegura Outumuro, «parece estar reevaluando la propuesta de valor del bitcoin en medio de la incertidumbre mundial». De su lado, Michael Silberberg, jefe de relaciones con los inversores del fondo de cobertura de criptos AltTab Capital, explica al medio ‘CoinDesk que «la reciente estabilidad del precio del bitcoin durante la venta masiva de bonos y acciones pone de relieve su creciente estatus como clase de activo independiente«.
«Esta disociación marca una nueva evolución hacia la narrativa del «oro digital» del bitcoin. Si persiste cotizando en un rango estrecho mientras las acciones y los bonos se venden, consolidará esta narrativa y probablemente atraerá más flujos de entrada institucionales que buscan activos no correlacionados. Esperamos que esta nueva madurez pueda marcar el inicio de una tendencia alcista a largo plazo en los próximos 4 o 6 meses», añade.
Por técnico, Javier Molina, analista sénior de mercados de eToro, destaca que el bitcoin está ante un «nuevo intento semanal por romper la zona de los 28.000 dólares donde, de momento, se encuentra la primera de las resistencias importantes».
«Viendo el distinto comportamiento con respecto a la renta variable, el interés inversor negativo y los catalizadores positivos existentes, todo indica que esa zona será superada y se irán a buscar los máximos anuales en los 31.000 dólares. Esa es la clave para pensar en movimiento mayores. Si los precios no pueden superar los 28.000 indicados, los 26.000 dólares primero y los 24.800-25.000 después son las zonas de soporte clave«, agrega Molina.
En el resto del mercado, caídas generalizadas entre las principales ‘altcoins’. Toncoin (TON) es el token que menos retrocede en la sesión.