Aunque en la lista sólo hay dos personas de nacionalidad española, nuestro país es uno de los lugares donde más detenciones de delincuentes internacionales se han efectuado
Una espectacular intervención policial sorprendió recientemente a los peatones que paseaban por la Gran Vía de Madrid. Una pareja salió de un lujoso hotel en compañía de sus mascotas y los agentes de la Policía Nacional actuaron con rapidez, porque habían establecido con antelación todo el dispositivo de captura.
Uno de los sospechosos intentó huir en cuanto avistó a los agentes, que se dispusieron a reducirle. Él se resistió, forcejeó y consiguió provocar contusiones a dos de ellos. Incluso después de ser arrestado y esposado, el detenido no dejó de soltar patadas y golpes en el interior del vehículo policial, durante su traslado a comisaría.
La Polizia di Stato de Italia ha explicado que no facilita su identidad «en cumplimiento de los derechos de la persona investigada y de la presunción de inocencia, hasta donde se conoce actualmente, sujetos a nuevas investigaciones y en espera de sentencia». Pero sí confirma que el detenido, de nacionalidad italiana pero con pasaporte dominicano falso, era reclamado por las autoridades del país por un atraco que presuntamente cometió el 24 de marzo de 2021.
Ese día, este delincuente «extremadamente violento» (según la policía transalpina) se dedicaba a los «vuelcos» (robos a narcotraficantes) y organizó en un hotel de Cagliari una venta de droga. Después acribilló junto a los compinches a los participantes, haciéndose con 30.000 euros y tres kilos de cocaína. Tras el tiroteo, que dejó a las víctimas heridas de gravedad, abandonó el hotel con tranquilidad. Desde entonces se encontraba en paradero desconocido.
Por ese motivo había sido incluido en la lista de los fugitivos más buscados del continente. Una lista que confecciona el organismo policial Europol por medio de la denominada red Enfast (Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos), un programa de colaboración policial entre países europeos para localizar a los delincuentes más buscados y peligrosos, y que ahora mismo cuenta con un cuadro formado por 46 sujetos. Dos de ellos, de nacionalidad española.
Campeón nacional
Según señala Europol, ambos están incluidos en la categoría de «fugitivos peligrosos», algo que se destaca en la web de la Red Enfast (como también se hace para los fugitivos para los que se ofrece recompensa, situación en la que actualmente se encuentra un prófugo holandés, uno austriaco y otro polaco). Y de ambos españoles, el que más destaca por ello es un antiguo campeón de kick-boxing.
Se llama Aomar Abdel Lah Belgazhi, nació en 1987 y residía en Telde (Gran Canaria). Fue allí donde destacó en este deporte de contacto hasta el punto de ser un fijo en las convocatorias de la selección autonómica. Un tipo de 1,90 metros, muy musculado que acabó proclamándose campeón nacional de su categoría en una modalidad de lucha denominada lowkick (patadas bajas) en 2018.
Tres años antes, según indica Europol, cometió una brutal violación. A mediados de 2015, Aomar llevó a una chica en su coche hasta las inmediaciones de un hipódromo en Gran Canaria, donde pretendía tener sexo con ella. La mandó al asiento de atrás y la quiso obligar a hacer un trío con otra chica, a lo que ella se negó. Tras insultarla y amenazarla, la forzó sexualmente, golpeándola y provocándole numerosas lesiones «especialmente en cara, pecho y genitales», detalla la orden de búsqueda.
Por ese motivo, Aomar Abdel Lah Belgazhi fue condenado posteriormente a nueve años de prisión. Tras ser sentenciado (y después de haberse proclamado campeón), Aomar huyó y continúa en paradero desconocido. Habla español y árabe, según relata su ficha policial. Y es, según fuentes policiales, extremadamente peligroso por su condición física y sus conocimientos de artes marciales. Su incorporación al listado ha sido la más reciente por parte de Enfast, que lo ha incluido este año
El narco de origen búlgaro
El único español que se mantiene del listado del año pasado es un viejo conocido (y no encontrado) de las autoridades europeas. Se trata de Nikolay Shterev Kurkuchev. Un capo del narcotráfico de 55 años, nacido en Bulgaria pero con doble nacionalidad. Es, según el organismo europeo, uno de los miembros clave de una organización internacional dedicada al tráfico de grandes cantidades de drogas ilegales (especialmente cocaína) en contenedores que salían desde Sudamérica y llegaban a Europa.
La organización estaba especializada en importar cocaína escondida dentro de otras mercancías lícitas. La introducían en contenedores enviados desde Colombia, bajo apariencia de comercio legal. Al llegar a Europa, el cargamento se enviaba a laboratorios donde se extraía la droga. La organización solía enviar a sus propios químicos para asegurarse de que se recuperaba la máxima cantidad posible de sustancia.
Dentro de Europa movían la cocaína en vehículos con compartimentos ocultos. Se registraron tres envíos desde Sudamérica a Bulgaria, por un total de 740 kilos de cocaína. La investigación reveló que este individuo era el líder de la organización en Bulgaria, donde recibía la droga. Él organizaba y supervisaba las operaciones para enviarla posteriormente a otros países europeos, donde se extraía y distribuía. Según su ficha policial, es peligroso y, casi con toda probabilidad, va armado.
Desde el pasado año, el número de españoles en esta lista se ha visto reducido por las detenciones practicadas gracias a esta red de trabajo en común. En 2022, el número de nacionales en el cuadro de los más buscados era de 5. Aún no estaba Aomar. Y al ya mencionado Kurkuchev se le unían cuatro nombres: Vassil Baklarov, Viviana Andrea Vallejo Gutiérrez, Erik De Ventura y Abdellah El Haj Sadek El Menbri.
El primero, como Kurkuchev, es de origen búlgaro. Vassil Baklarov también tiene la nacionalidad española. En 1995 trabajaba como portero de discoteca en Alcalá de Henares. Junto a otro compañero de trabajo, entablaron una negociación con tres estafadores (dos empresarios valencianos arruinados y un timador camerunés) que pretendían venderles una máquina de falsificar billetes, en un movimiento conocido como el Timo de la Guitarra.
Tanto Baklarov como su compañero se creyeron el cuento y decidieron apropiarse de la máquina sin pagar un duro. Así, optaron por matarlos a los tres. Desde entonces permanecía en la lista de los más buscados de Europol. Baklarov ha salido de la lista sin que se haya notificado detención alguna desde Europol. Una situación parecida a la de Abdellah El Haj Sadek El Menbri.
Abdellah, conocido en el mundo del hampa como el Messi del hachís, es un traficante de origen magrebí (nacido en Tánger pero afincado en Algeciras) que se hizo famoso por ser el narco más importante de Campo de Gibraltar. Tras ser detenido en varias ocasiones, se fugó a Marruecos en 2019, temiendo que fuese a ser acusado de asesinato. Ha permanecido en esa lista hasta este año, aunque no consta detención.
Los demás ya han sido arrestados. Viviana Andrea Vallejo, una proxeneta conocida entre la policía por su tatuaje de una manzana en el pecho, estaba acusada de trata de personas en Alicante y Asturias. Según fuentes policiales, solía ser extremadamente cruel con las prostitutas a las que traía a España. Viviana, de origen colombiano, fue apresada en una zona de la selva ecuatoriana el pasado mes de octubre. El tercero, Erik de Ventura Pacheco (alias Perú) era el lugarteniente del conocido delincuente Ángel Suárez Cásper, y llevaba nueve años en búsqueda y captura por las autoridades europeas. Fue detenido en enero en un supermercado de Toledo.