Un ataque sin precedentes de Hamás en Israel deja a miles de israelíes en peligro mientras las familias buscan desesperadamente a sus seres queridos.
El temor y la esperanza se apoderan de las familias en Ofakim
De pie en un puesto de control en Ofakim, Rachel y Boaz Sadeh revisaban un dispositivo móvil que mostraba la última posición conocida de Ziv, su hijo de 22 años. El joven estaba entre los miles atrapados detrás de las líneas enemigas tras el ataque de Hamás.
Este grupo terrorista llevó a cabo una operación en la que se infiltró en varias comunidades, lanzando miles de cohetes, causando muertes y tomando rehenes, empujando a la región al borde de la guerra.
Ziv Sadeh, presente en un evento en el norte del Néguev, compartió su ubicación desde un sótano en Ofakim, ciudad que fue invadida por los militantes de Hamás.
Comunicaciones desesperadas en tiempos de crisis
“Estoy en un estado de pánico controlado debido a este punto rojo”, mencionó Rachel. Ziv mantuvo contacto a través de mensajes, ocultándose de los terroristas mientras las Fuerzas de Defensa de Israel intentaban controlar la situación.
Con carreteras bloqueadas, la gente se congregó en puntos de control, esperando noticias de sus seres queridos. Rachel, con la ropa con la que recibió la impactante noticia, fluctuaba entre el miedo y la esperanza.
“Nos han dejado solos, no hay nadie al volante”, expresó, preocupada por la posibilidad de otro ataque y el destino de su hijo en manos de Hamás.
Desgarradoras historias de supervivencia y pérdida
En el cruce de HaNassi, cerca de Ofakim, padres como Eyal Gordani esperaban noticias. Sin señales de vida de su hijo Sharon, Eyal solo podía esperar un milagro.
Las FDI realizaron misiones de rescate, pero las zonas seguían siendo peligrosas. Las personas escondidas intentaban comunicarse con aquellos que podrían ayudarlos, y algunos incluso contactaron a medios de comunicación en busca de asistencia.
Un padre relató al The Times of Israel la angustia de recibir mensajes de su hija pidiendo ayuda y expresando temor por su vida.
Esperanza y miedo se entrelazan entre las explosiones
Smadar e Israel Bentov aguardaban noticias de sus hijos Moran y Meitav. Smadar sostenía a su mascota, visiblemente asustada por los ruidos de combate. “Solo quiero verlos”, dijo, emocionada, revelando que su hijo Moran estaba convocado por su unidad militar.
El ataque de Hamás sorprendió a muchos en campos y eventos nocturnos. Algunos, como Aviad Solinsky, buscaron refugio en lugares que posteriormente descubrieron ya estaban controlados por Hamás.
Los ataques ocasionaron varias víctimas mortales y, según testigos, algunos jóvenes murieron a manos de Hamás.
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