Los cinco familiares que participaron el pasado miércoles en la agresión a un alumno del instituto La Ribera, en Can Pastilla (Palma), han quedado en libertad con cargos a la espera de que el juzgado les cite a declarar. Los cinco están acusados de un delito de desórdenes públicos, pero a tres de ellos, que fueron los que supuestamente cometieron la agresión, también se les acusa de un delito de lesiones. La víctima, pese a que llegó a perder el conocimiento como consecuencia de una patada en la cabeza, no presenta ninguna fractura. Los médicos del hospital le realizaron todo tipo de pruebas y confirmaron que solo sufría golpes. El menor no ha vuelto al instituto a lo largo de esta semana, ya que se está recuperando en su domicilio.
Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía del pasado miércoles. En el patio hubo un enfrentamiento entre dos alumnos, de diferentes cursos, por la disputa de un balón. Uno de ellos recibió un golpe en el labio. Este estudiante fue el que llamó por teléfono a su familia, informándole de lo que había ocurrido. Al rato se presentaron los cinco integrantes de la familia, los padres y los tres hermanos, todos mayores de edad. Se dirigieron por los pasillos del instituto, con la intención de localizar la clase en la que se encontraba el estudiante al que estaban buscando. Casualmente, el menor se encontraba en el pasillo hablando con un profesor. Al verle uno de los familiares le alcanzó y le propinó una patada en la cabeza.
La víctima salió huyendo y buscó algún refugio para que no le golpearan más. Se dirigió hacia el patio, cerca del bar y allí fue alcanzado. Los familiares, según comprobaron algunos testigos, empezaron a golpearle con patadas y puñetazos. Uno de los golpes en la cabeza le dejó muy aturdido, hasta el extremo de que llegó a desmayarse.
Solo dos profesores del instituto de Can Pastilla intervinieron en la disputa, para evitar que los familiares siguieran golpeando al menor. Así se logró terminar con la agresión.
El instituto había cerrado las puertas, a la espera de que llegara la Policía. Sin embargo, uno de los familiares llegó a entrar en la consejería y allí exigió que le abrieran la puerta, enfrentándose con el personal del centro. La dirección, finalmente, ordenó que se abriera la puerta y los familiares salieron a la calle. Allí se subieron a un coche de color rojo y se marcharon. Poco después llegó la Policía, que montó un dispositivo de seguridad ante la posibilidad de que los agresores regresaran al instituto, aunque no lo han hecho.
Estas cinco personas fueron detenidas al día siguiente.
La conselleria de Educación ha decidido contratar seguridad privada para proteger el instituto público de Can Pastilla.