El Girona se ha impuesto este sábado por 0-1 en el estadio Nuevo Mirandilla ante el Cádiz gracias a un solitario gol anotado por Aleix García que le da el liderato momentáneo al equipo catalán a la espera del resultado del Real Madrid.
Tras su séptimo triunfo liguero, el Girona continúa en zona europea, con 22 puntos de 27 posibles, mientras que el Cádiz permanece una semana más en la parte media de la clasificación.
El partido comenzó movido, con una tarjeta amarilla para cada equipo en los primeros tres minutos. El Girona quiso mandar desde el principio y, así, el venezolano Yangel Herrera cabeceó al lateral de la red a pocos metros de la portería local (m.7).
Dos minutos más tarde, su compatriota Darwin Machís fue expulsado con tarjeta roja directa por entrar con los tacos por delante sobre el propio Herrera en el centro del campo, quedando el Cádiz con diez futbolistas.
Los visitantes se hicieron con el control del juego, con pases cortos en asociaciones entre sus futbolistas de ataque. De nuevo Herrera lo intentó en un cabezazo en el segundo palo que se marchó algo desviado (m.25).
Pero el Girona, con superioridad numérica, no terminó de carburar en el primer tiempo, sin poder poner en apuros al portero cadista por un juego falto de frescura cuando tomaban el balón sus futbolistas.
El Cádiz se defendió con orden y rapidez en las ayudas y cruces, para no dejar espacios que pudiera aprovechar el adversario.
Tras la reanudación, el Girona salió con fuerza, pisando el campo contrario y con la clara intención de desnivelar el marcador.
En el minuto 50, un disparo del brasileño Savio Moreira lo mandó a córner el guardameta argentino Jeremías Conan Ledesma.
Esta jugada fue el presagio al primer y único gol del partido, que llegó tras una jugada por la derecha del brasileño Yan Couto, con pase a Aleix García, que anotó en un disparo seco desde la frontal (m.58).
El fútbol ágil desplegado por los gerundenses encontró vías de agua en la defensa del Cádiz.
Eric García pudo marcar el segundo de su equipo en un cabezazo picado al recibir un libre indirecto, que se fue alto (m.76).
El conjunto entrenado por Sergio González careció de presencia en el campo contrario, estando sus jugadores más peligrosos coartados por la vigilancia adversaria.
Pablo Torre tuvo dos acercamientos al final que también pudieron suponer el segundo tanto visitante ante un Cádiz que tiró de épica al final, aunque sin poder empatar.