La princesa Leonor ha participado este viernes en la ofrenda a la Virgen del Pilar que los cadetes de nuevo ingreso de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza protagonizan todos los años para invocar su protección, un homenaje a la patrona de la ciudad y de la Hispanidad que se celebra en la víspera de la jura de bandera de la promoción.
Vestida con uniforme caqui de paseo de verano y la típica boina roja de la AGM, Leonor de Borbón ha formado parte de uno de los batallones de cadetes que primero han formado en la plaza de la basílica y luego han accedido a ella para venerar a la Virgen.
Se trata del primer acto público en la heredera al trono participa con uniforme desde que ingresó en la Academia General el pasado 17 de agosto, si bien la Casa Real ha distribuido imágenes y fotografías de su periodo inicial de adiestramiento, como de la entrega de sables del 19 de septiembre en la que se la vio desfilar o de las maniobras que hizo con el traje de camuflaje y el fusil de asalto.
Unos 25 minutos antes de arrancar el acto, la dama Borbón Ortiz, ha llegado a la plaza, cuyo vallado se ha engalanado con la bandera de España.
Las personas que aguardaban en el exterior del recinto la han ovacionado y han elevado sus móviles para captar su imagen.
Con el pelo recogido en un moño, la princesa de Asturias ha entrado acompañada de otras tres cadetes y dos damas.
Ha saludado con la mano en la frente a uno de los mandos y, a continuación, se ha dirigido a su compañía, donde se ha situado en medio de la segunda fila.
Durante más de diez minutos, los jóvenes militares han permanecido formados a la espera de la llegada del director de la AGM, el general Manuel Pérez López, para pasar revista.
El batallón lo han compuesto alrededor de 400 cadetes, la mayoría de los que componen la promoción de la princesa, si bien al ser un acto religioso, la asistencia ha sido voluntaria.
Varios centenares de personas, entre familiares, curiosos y turistas, han presenciado el acto en la plaza, un día antes de que comiencen las Fiestas del Pilar.
Tras la parada castrense, los cadetes han empezado a marchar en columnas de tres para acceder al templo por una de las puertas laterales.
La heredera al trono, en medio de la columna, flanqueada por dos cadetes, se ha retirado la boina antes de entrar en la basílica, donde ha recibido a la tropa el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, bajo los acordes del órgano.
Una vez en el interior, los cadetes han desfilado de uno en uno hasta la Santa Capilla para presentarse ante la Virgen, que, como es costumbre, ha lucido el manto donado por la AGM por los vínculos que mantienen.
Tras pasar ante “La Pilarica”, los soldados han salido de la basílica por la puerta que da al paseo del río Ebro, donde les han esperado los familiares.
A la ofrenda no han asistido los reyes, quienes sí serán testigos este sábado de la jura de bandera de la princesa con los otros 410 cadetes de primer curso en el Patio de Armas de la AGM.