Después de registrar descensos en el segundo trimestre, es probable que los precios de la vivienda de la eurozona sigan cayendo en el tercer trimestre. Son las previsiones de Pantheon Macroeconomics, que apuntan a que este año el precio bajará un 6% en comparación con el ejercicio pasado, pero aumentará un 4,5% el próximo año.

Según los últimos datos de Eurostat, el precio de la vivienda en la zona euro cayó un 1,7% entre abril y junio en comparación con el mismo periodo del año anterior tras crecer un 0,4% en el primer trimestre de 2023.

Los expertos estiman que el ritmo de caída de los precios de la vivienda en la zona euro se aceleró entre julio y septiembre. «Cayeron en el segundo trimestre y la dinámica de la oferta y la demanda en el sector sugiere que la desaceleración continuó en el tercer trimestre».

Ven «poco probable que la oferta de viviendas haya aumentado, ya que el sector de la construcción está pasando apuros. Pero las tasas hipotecarias seguían subiendo en el tercer trimestre, ya que el Banco Central Europeo (BCE) aumentó aún más los tipos de interés, lo que afectó la demanda», explican.

Además, «los estándares crediticios también se han endurecido considerablemente, por lo que las promesas de los bancos de mantenerlos sin cambios en el tercer trimestre probablemente hicieron poco para aliviar la caída de la demanda». Creen que el tipo hipotecario medio de la zona euro alcanzará el 5% a finales de año, lo que implica un aumento de 120 puntos básicos respecto a los niveles actuales, «aunque los riesgos se inclinan hacia nuevos aumentos». «También es probable que los estándares crediticios sigan siendo estrictos, lo que mantendrá estancada la demanda en el corto plazo», dicen.

Con este panorama, su modelo vaticina una caída del 6% en los precios en 2023 en su conjunto y un aumento del 4,5% en 2024. Eso sí, suponiendo que las tasas hipotecarias vuelvan a caer al 2% (su promedio en 2022) para finales del próximo año, después de aumentar aún más en este, y que la confianza del consumidor, los estándares crediticios y el PMI de la construcción vuelvan a sus promedios previos a la pandemia.

Por países, los datos del Índice de Precios de la Vivienda de la oficina de estadística comunitaria muestran que las mayores caídas se registraron en Alemania (-9,9%), Dinamarca (-7,6%) y Suecia (-6,8%), mientras que los mayores aumentos se dieron en Croacia (13,7%), Bulgaria (10,7%) y Lituania (9,4%). Entre los Estados miembros sobre los que se dispone de datos, nueve mostraron una disminución anual de los precios de la vivienda en el segundo trimestre y 17 un aumento.

Los analistas de Pantheon Macroeconomics destacan las importantes divergencias por países. En detalle, la mayor caída se produjo en Alemania, ampliando el desplome desde la bajada del 6,8% en el primer trimestre. «En cualquier caso, en otros lugares la tendencia general fue de desaceleración. Incluso en Croacia, donde los precios aumentaron más, el crecimiento de los precios de la vivienda cayó desde su tasa del 14% en el primer trimestre. Las únicas excepciones fueron Portugal, donde el crecimiento del precio de la vivienda se mantuvo estable, y España, donde repuntó 0,2 puntos porcentuales, hasta el 3,7%, el mayor entre las cuatro grandes economías de la eurozona«, señalan.

¿REDUCIRÁ EL ALZA DE PRECIOS EL PATRIMONIO NETO DE LOS HOGARES?

«La caída de los precios de la vivienda reducirá el patrimonio neto, pero se verá compensado por el aumento del crecimiento del ingreso disponible».

Como indican, la vivienda tiende a ser el activo más valioso de los hogares por lo que, en teoría, una caída en su valor alentaría a los consumidores a reducir el gasto, ya que su patrimonio neto se ve afectado. Pero, en la zona euro, «la relación entre los precios de la vivienda y el consumo es, en el mejor de los casos, débil. Es más, los precios de la vivienda siguen siendo más altos que antes de Covid, alrededor de un 20%».

Recuerdan que durante la pandemia los precios de la vivienda se dispararon a medida que los confinamientos provocaron una caída en la oferta nueva, «pero también convencieron a muchos, cuyos salarios estaban respaldados por la política fiscal, pero que no podían gastar su dinero en otra parte, a mejorar sus viviendas». Para ellos, lo más importante es que el ingreso real disponible está volviendo a aumentar a medida que la inflación sigue cayendo.

«Es posible que la caída de los precios de la vivienda anule el impacto del repunte de la renta real disponible. Pero lo dudamos, a menos que la caída de los precios de la vivienda sea mayor de lo que esperamos y se mantenga durante todo el próximo año», matizan.