«Queremos que el Real Avilés haga la inversión y que la haga en Avilés; queremos ser parte de la solución. Estoy seguro de que la encontraremos y se hará el nuevo estadio». Así se expresó ayer Manuel Campa, concejal de Desarrollo Urbano y Económico del Ayuntamiento avilesino, en referencia al aviso lanzado desde el club señalando que si no podía desarrollar su plan de rehabilitación del estadio Román Suárez Puerta se iría a la ciudad deportiva que construirá el año que viene en el vecino concejo de Corvera. Campa también señaló que si el Real Avilés no abona la deuda pendiente antes del 31 de diciembre no podrá recibir la subvención municipal de 110.000 euros presupuestada. Pero solo eso, no que el gobierno local se vaya a negar a negociar la concesión del estadio.

El futuro del Real Avilés tiene en vilo a la ciudad ya los 2.600 socios del club. El presidente, Diego Baeza , quiere amarrar la concesión del estadio por varias décadas para acometer una completa remodelación en la que ha calculado invertir 14 millones de euros. La razón es lograr la autofinanciación del club con los negocios que se abrirían en los bajos del Suárez Puerta, sumado a las cuotas de los socios, la recaudación en taquilla ya las aportaciones de los patrocinadores.

Así las cosas, el club quiere invertir en Avilés, y el Ayuntamiento quiere que invierta.Pero para eso parece que es necesario calmar antes los ánimos. En esa tarea está Cambia Avilés, que según distintas fuentes, ya ha mantenido varios encuentros con Baeza y conversaciones con los socios de gobierno socialistas para mediar en el conflicto. Su posición es clara: «El fútbol es un importante motor económico y se ha convertido en un pilar fundamental que tiene un alto impacto en las comunidades. Diego Baeza ha conseguido reconciliar al equipo con la ciudad y así lo estamos viviendo en el campo: hay ilusión y está creciendo y resurgiendo el sentimiento de pertenencia al club.Además, se han creado sinergias y colaboraciones con otras entidades deportivas importantísimas para la ciudad, como la Atlética Avilesina.Es necesario hablar, consensuar, negociar y tender puentes entre la administración, el club y la sociedad.Y en eso,

El concejal de Desarrollo Urbano y Económico, Manuel Campa, fue taxativo en su intervención en el último Pleno en respuesta a una interpelación del PP: todo depende de que el Avilés pague la totalidad de la deuda contraída, de la que restan 170.000 euros que, Según el club, corresponden a intereses del grueso de los impagos del anterior propietario, José María Tejero.

Manuel Campa también afirmó que debía de abonar esa importación antes del 31 de diciembre, fecha límite para recibir una subvención municipal de 110.000 euros que está en los presupuestos, y que por ley no se le podría conceder al constar un impago con la administración local. Esto no quiere decir que más allá de esa fecha no se pueda seguir negociando la concesión, que no caduca hasta febrero del próximo año. «Eso lleva otro ritmo», insisten desde el gobierno socialista.

El gran escollo

El principal escollo en la negociación se centraría en que el Ayuntamiento quiere prorrogar la concesión actual para preparar la licitación del proyecto, que debe ser pública al tratarse de un equipamiento municipal. Y esto conlleva un largo proceso burocrático. Según el convenio vigente, la concesión se firmó el 18 de febrero de 1999 por un plazo de 25 años, prorrogable anualmente hasta un máximo de 15 años. Además, el contrato conllevaría cláusulas para asegurar la remodelación del estadio, y que no se produjeran en Avilés casos como el de La Romareda, en Zaragoza, donde se anunció una inversión millonaria a la que nadie optó. «Tenemos que defender los intereses de todos los avilesinos, los intereses municipales», aseguran desde el Ayuntamiento.

Pero el presidente del Real Avilés no trabaja el escenario de la prórroga. Quiere negociar la concesión con la vista puesta a varias décadas más allá, de tal manera que se asegura la remodelación del estadio, la apertura de negocios en los bajos y la rentabilidad de la inversión. «Es comprensible la postura del gobierno local, pero esto es una sociedad anónima, una empresa, y hay que defender los intereses del club», replican desde el entorno de Baeza. «El dinero está y el proyecto está terminado, a falta de detalles que se deben tratar con los técnicos municipales. Se han dado muestras de confiabilidad y se han pagado todas las deudas. ¿No son pruebas suficientes para la confianza?», preguntan.

El concejal socialista Manuel Campa se mostró ayer seguro de que el gobierno bipartito (PSOE y Cambia Avilés) y el Real Avilés conseguirán llegar a un acuerdo, «porque se trabaja y se trabajará para conseguirlo», aseguró. Eso sí, eludió responder si ya se han iniciado las negociaciones o cuándo se van a producir, aunque distintas fuentes coincidieron en afirmar que «ya hay contactos».

La oposición exige al ejecutivo local que negocia: «Esa inversión no se puede perder»

La oposición en el Ayuntamiento de Avilés está que trina con la actitud del gobierno local respecto del Real Avilés, y exige una solución ante el riesgo de que el club se traslade a Corvera.

La portavoz del PP, Esther Llamazares, mantuvo ayer una reunión con el presidente del club, Diego Baeza, quién explicó el proyecto que tiene para el estadio Román Suárez Puerta, la inversión y el plan que tiene para el club. «Es un proyecto muy trabajado, muy bonito y que es muy necesario para Avilés. Nos preocupa que esto se demore en el tiempo y que se pueda perder. Si el gobierno no conoce esto, es una irresponsabilidad máxima. Y si lo conocen deben explicar si lo quieren o no y por qué”, señaló Llamazares. También agregó que solicitará «todos los informes técnicos que haya». «Como todas las inversiones que se propongan para la ciudad se traten así, estamos perdidos», remarcó.

La portavoz de Vox, Arancha Martínez Riola, criticó que el gobierno local «está tensando la cuerda muy mucho. Este Ayuntamiento nunca ha hecho nada por el club de la ciudad, y el Suárez Puerta es propiedad de una familia que lo pasó para el uso que tiene. El gobierno tiene que negociar para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes. No nos podemos permitir que el Real Avilés emigre a un concejo vecino y pierda un referente histórico de nuestro deporte además de un proyecto que dinamizaría la economía de la ciudad. . Ya se ha dejado escapar la ciudad deportiva a Corvera de manera incomprensible; la deslocalización del club y su marcha de nuestra ciudad sería un error de consecuencias incalculables».