Las ventas del comercio minorista caen un 1,2% en la eurozona y un 0,9% en toda la Unión Europea (UE) en agosto frente al mes anterior, según las cifras publicadas por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. En comparación con agosto del año pasado, el volumen bajó un 2,1% en la zona euro y un 2% en la UE.
En términos intermensuales, en la zona euro, el volumen del comercio minorista disminuyó un 3% en el caso de los combustibles para automóviles, un 1,2% en el de los alimentos, bebidas y tabaco y un 0,9% en el de los productos no alimentarios. En la UE, cayó un 2,4% para los combustibles para automóviles, un 0,9% los alimentos, bebidas y tabaco y un 0,6% los productos no alimentarios.
Entre los Estados miembros sobre los que se dispone de datos, los mayores descensos mensuales del volumen total del comercio minorista se registraron en Portugal (-3%), Francia (-2,8%) y Bélgica (-1,5%). Los mayores aumentos se observaron en Luxemburgo (+1,9%), Polonia (+1,7%) y Dinamarca (+1,6%).
En comparación anual, en la eurozona, el volumen del comercio minorista descendió un 7,7% para los combustibles para automóviles, un 3,2% los alimentos, bebidas y tabaco y un 0,2% los productos no alimentarios. En la UE, bajó un 7,4% en el caso de los combustibles para automóviles, un 3% en el de los alimentos, bebidas y tabaco y un 0,1% en el de productos no alimentarios.
Por países, los mayores descensos anuales tuvieron lugar en Eslovenia (-21,5%), Bélgica (-8,5%) y Estonia (-7,9%), mientras que Luxemburgo (+8,7%), España (+8,1%) y Chipre (+5,9%) lograron los mayores aumentos.
«El remanente, si las ventas se mantuvieran estables en septiembre al nivel de julio, apunta a una caída intertrimestral del 0,8% en las ventas minoristas en el tercer trimestre«, señalan los analistas de Pantheon Macroeconomics. «Sospechamos que la caída no será tan grande y que el gasto en servicios probablemente aumentó el último trimestre, ya que la inflación continuó disminuyendo y la presión sobre los ingresos reales de los hogares se relajó». «Hasta que la inflación caiga mucho más o el crecimiento de los salarios aumente lo suficiente como para compensarla, la brecha entre el nivel de ventas nominales y reales seguirá siendo amplia», añaden.
Por su parte, en ING creen que los obstáculos para el comercio minorista persisten, ya que el crecimiento de los salarios reales sigue siendo negativo y los consumidores siguen prefiriendo los servicios. «La combinación de consumo está perjudicando a las ventas minoristas. Actualmente, los consumidores están gastando más en servicios que en bienes. Esto parece estar desapareciendo, pero hasta ahora no ha terminado».
Esperan un cambio en el consumo de bienes, «pero a juzgar por los datos de agosto, todavía no hemos llegado a ese punto». Consideran que si las ventas minoristas se mantuvieran estables en septiembre, «el crecimiento trimestral del comercio minorista sería del -0,8%. Dado que los datos de la eurozona siguen sorprendiendo a la baja, una desaceleración de la actividad económica sigue siendo un riesgo real a corto plazo«.
De cara al futuro, tras haberse estancado en el primer semestre de 2023, «el gasto de los consumidores de la eurozona seguirá sintiendo el impacto del shock inflacionario del año pasado y los ingresos reales de los hogares rondarán apenas por encima de los niveles observados en el punto álgido de la crisis de deuda soberana del bloque», dicen en Oxford Economics. «Los consumidores de la eurozona no han recurrido significativamente a los ahorros acumulados durante la pandemia, dada la alta concentración de ahorros en hogares de altos ingresos y los mayores tipos de interés que provocaron un cambio de los depósitos a un día a los depósitos a plazo. Esto afectará la fuerza del repunte del consumo en el futuro», aseguran.