- Nueva reforma laboral
- ¿Qué situaciones justifican el despido de un trabajador indefinido?
La reforma laboral facilita los despidos de trabajadores con contratos indefinidos, lo que puede simplificar la reestructuración en tu empresa. En la actualidad, la estabilidad laboral es cada vez más relativa, incluso en contratos indefinidos, ya que los empleados se ven constantemente expuestos a cambios en sus carreras. Es posible que algunos trabajadores queden desempleados, ya sea porque no son adecuados para la empresa o porque sus puestos ya no son necesarios. Aunque estos son tiempos complicados, la nueva reforma laboral ha simplificado los procesos de despido más de lo que podríamos haber imaginado.
Nueva reforma laboral
Esta reforma laboral ha introducido una dualidad en la contratación. Si bien promovía la creación de empleos indefinidos para dar a más personas condiciones estables de trabajo, también ha allanado el camino para despidos más simples. Después de un período de contrataciones en masa posterior a la pandemia, cuando parecía que el mundo laboral se reactivaba, ahora enfrentamos un fuerte freno.
El aumento de los gastos familiares y empresariales, junto con la carga fiscal, ha dificultado la sostenibilidad económica, tanto para los trabajadores como para los empresarios. Como resultado, existen ciertos escenarios que permiten el despido de trabajadores con contratos indefinidos, lo que podría convertirse en una realidad en estos tiempos.
¿Qué situaciones justifican el despido de un trabajador indefinido?
Según el Estatuto de los Trabajadores, existen situaciones específicas que justifican el despido de un trabajador indefinido. Estos incluyen:
- Ausencias repetidas e injustificadas en el trabajo o retrasos constantes en la puntualidad.
- Actos de indisciplina o desobediencia en el entorno laboral.
- Comportamiento verbal o físicamente ofensivo hacia el empleador, colegas de trabajo o sus familiares convivientes.
- Violación de la buena fe contractual o abuso de la confianza en el desempeño laboral.
- Disminución continua y deliberada en el rendimiento laboral normal o acordado.
- Consumo habitual de alcohol o drogas, si afecta negativamente al desempeño laboral.
- Acoso en función de la raza, etnia, religión, discapacidad, edad, orientación sexual o acoso sexual dirigido al empleador o colegas de trabajo.
Con base en uno de estos escenarios, una empresa puede ajustar su plantilla de acuerdo con la nueva realidad en tiempos de crisis, lo que facilita el despido de empleados indefinidos que ya no son necesarios.
