Proyecto 112, el plan de Martín Queralt para recuperar el Valencia

Unos meses. No voy a decir el plazo, pero necesitamos unos meses». Juan Martín Queralt, una de las voces más autorizadas y emblemáticas del valencianismo, pedía el pasado lunes a las autoridades municipales una prórroga en el largo y sufrido partido societario que la hinchada mantiene contra Peter Lim. El máximo representante de De Torino a Mestalla redondea la puesta en marcha del Proyecto 112, la alternativa con la que se pretende presentar una oferta de compra al empresario singapurense por la mayoría accionarial del club.

El número elegido no está escogido al azar. El 112 es el número de teléfono para una situación de emergencias, en una metáfora clara del delicado trance en el que se encuentra el Valencia. Puede representar hasta el minuto de prórroga avanzada en el que se decanta una final. Pero por encima de todo es la suma de millones que, desde el colectivo de oposición, se considera que sería justa y proporcional como oferta para que Lim abandone definitivamente el Valencia.

La idea, con un punto romántico, no es nueva en su fórmula. En los años 80, el tesorero del club Vicente Andreu Fajardo, compañero de directiva de Martín Queralt, ya propuso una colecta para absorber la deuda que el Valencia acumulaba tras el descenso a Segunda división. Después de meses de presión, de amagos judiciales, de haber tomado parte en las manifestaciones multitudinarias contra Lim, De Torino a Mestalla opta por la vía de una negociación pactada con el máximo accionista.

Queralt pidió a José Marí Olano, concejal encargado de Grandes Proyectos, que no se restablezcan las conversaciones formales con Meriton Holdings para retomar las obras del nuevo estadio y así disponer «de un margen temporal para que un grupo de gente que está uniendo al valencianismo desde hace tiempo para hacer una oferta» a Lim, afirmaba el prestigioso jurista valenciano, consciente de que el final de Lim pasa por abordar el «esfuerzo económico» de «comprar el Valencia». «Todos llevamos al Valencia en el corazón, pero hay situaciones económicas que hay que resolver».

El plan fue explicado este verano a los distintos grupos de oposición a Meriton y ya es sabedor el equipo de gobierno, que deberá emitir una respuesta a la iniciativa. La idea pasa por formar una plataforma a través de Internet en la que cada valencianista, a título individual, constataría la aportación con la que estaría dispuesto a contribuir hasta llegar a los 112 millones de euros. Se considera que la cantidad sería la idónea al ser la diferencia entre los millones invertidos con Lim desde su llegada en 2014 (292 millones) respecto al volumen de pérdidas acumuladas con su gestión, y que sobrepasan los 180 millones.

La iniciativa llega en un momento casi límite para la institución de Mestalla. Con el proyecto deportivo muy debilitado, pese a los esfuerzos de Rubén Baraja, después de haber esquivado con grandes complicaciones el descenso en el curso anterior.

Con la negociación por el nuevo estadio con un nuevo interlocutor, el Partido Popular, tras el relevo en el gobierno municipal. Con la afición llenando el estadio y redoblando el grito contra el máximo accionista, atrincherado de momento en el 92% que ostenta del capital social. Cada vez que el club valencianista o representantes de Meriton Holdings han sido preguntados por una posible venta, la respuesta oficial ha sido negativa. En otras ocasiones, se han dejado cifras astronómicas muy por encima de la oferta que encabezará Queralt.