El excomisaro Villarejo ha asegurado que el CNI propuso enviar tanques a Cataluña en el 2012. Además, ha asegurado que el CNI conocía dónde se guardaban las urnas del referéndum del 1 de octubre de 2017, pero que el depatamento que dirigía la exvicepresidenta del Gobierno, Soaraya Saénz de Santamaría, prefirió no intervenir y dejar que se celebrara.

Así lo ha indicado en una entrevista en Rac1 en el que ha asegurado que la idea de enviar «carros de combate a Cataluña» surgió tras la gran manifestación independentista de la Diada del 2012, cuando el entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, convocó elecciones anticipadas. Ante esta situación, explica y siempre según la versión del excomisario, en el CNI hubo «varias reuniones de crisis» donde se planteó esta acción.

«Los responsables del CNI que iban a las reuniones eran partidarios de posicionar carros de combate en lugares estratégicos, como la televisión. Allí, yo me permití comentarles: ‘¿Por qué no opta por furgones policiales ? Consumen menos combustible, gastan menos, y además, y ustedes lo saben porque hace 30 años que lo permiten, hay corrupción en el Govern de Catalunya como para poder hacer una actuación judicial y policial”, ha indicado asegurando que no fue el cerebro de la operación sino que solo dio una sugetencia como agente de inteligencia. 

Estas actuaciones judiciales y policiales habrían sido la semilla de lo que se llamó Operación Catalunya: una guerra sucia desde el Gobierno de España para hundir el independentismo y que supuestamente fue impulsada por el Ministerio del Interior del PP con investigaciones prospectivas. Villarejo, sin embargo, niega haber sido el cerebro de esta operación : «Yo sólo di mi opinión, y como agente de inteligencia aporté ideas a las reuniones del CNI. Y al final se optó por esta vía menos dura». 

Además, el excomisario de la policía ha asegurado que el referéndum del 1 de octubre fue «una explosión controlada mal entendida». Por ello, ha acusado al CNI de conocer a ciencia cierta dónde estaban las urnas, pero que en el departamento de inteligencia prefirieron que el referéndum se hiciera con normalidad: «Entendieron que era bueno que se hiciera el numerito, porque el tema no iba a ninguna parte. El CNI lo supo en todo momento, estoy seguro… Porque, aunque yo ya estaba jubilado, seguía colaborando con los servicios secretos, como lo hice también en los años que estuve en excedencia.Informé de una serie de datos, sobre donde podían estar [las urnas], y me hicieron caso omiso «.

De esta forma, Villarejo apunta que el CNI pretendía que el 1O fuera «una pequeña explosión controlada para después justificar alguna maniobra, o para demostrar que [el referéndum] había sido una pantomima«.

De hecho, él asegura que dio ideas para que la votación no se celebrara: «Yo dije que tres o cuatro días antes debía haber policía en las entradas de los colegios y que no permitieran la entrada de nadie. Pero ellos entendieron que sería mucho más llamativa la intervención de los pobres compañeros de Policía y Guardia Civil, y les llevaron siguiendo instrucciones de sus jefes, que ahora lo niegan». Por ello, ha acusado al DAO de la Policía Nacional, Tino Villabona, de dar las instrucciones de llevar a los agentes a Cataluña.

«Villabona había sido comisario general de Seguridad Ciudadana. Era un hombre muy propenso a reprimir las manifestaciones, un hombre muy derechas, que se sentía Caudillo. Un ejemplo: cuando pasó una manifestación españolista por la Via Laietana, él salió al balcón y saludó como Mussolini«, ha indicado el excomisario en los micros del citado medio.

Artur Mas fue uno de los grandes damnificados por la Operación Catalunya. El 16 de noviembre del 2012, a falta de apenas nueve días para las elecciones al Parlament, El Mundo publicó que Mas y la familia Pujol tenían cuentas millonarias en Suiza.

Además, Villarejo ha asegurado que Rajoy llegó a felicitarle: “Hablé por teléfono y me felicitó, pero supongo que felicitaba a quien dirigía aquella operación de verdad, que era el director del CNI y la señora Soraya Sáenz de Santamaría”.

El excomisario también ha explicado que adelantó buena parte del dinero de su bolsillo para sacar adelante la Operación Catalunya: “Nunca me los han devuelto”. También reconoce que se utilizaron fondos reservados del Estado, pagados por los impuestos de los ciudadanos para ello. Como objetivo, ha explicado, se quería debilitar a Convergència i Unió : “Era el único partido con la capacidad, la estructura y el poder suficientes para dar quebraderos de cabeza al Estado”.

Otra de las presuntas víctimas de la Operación Catalunya a la que ha apuntado Villarejo es el expresidente del Barça, Sandro Rosell. De hecho, ha acusado al entorno de Joan Laporta de filtrar la información que sirvió para encarcelarle durante dos años.

En concreto, Villarejo señala al exresponsable de seguridad del Barça, Xavier Martorell, por la filtración que sirvió para acusar a Rosell de blanqueo y organización criminal: «En el caso del señor Rosell fue el entorno de Laporta que filtró esta información. Allí había un señor que era el responsable de seguridad que se llamaba Martorell».

Villarejo también explica que engañaron a la juez Carmen Lamela para que encarcelase a Sandro Rosell y ella obedeció por «patriota»: «Es la consecuencia de que hay determinados jueces que, a cambio de ir al Tribunal Supremo, como le ocurrió a ésta señora, deciden que este señor es un peligro por la seguridad del estado».

Por último, ha asegurado que Puig le filtró información cuando aún era conseller del Interior. Según explica, el exconseller le habría proporcionado, en su mayoría, material sobre Xavier Martorell, el entonces director general de seguridad ciudadana de Catalunya. «Yo tuve varias entrevistas con Joan Piqué Vidal o Felip Puig, entonces consejero del Interior. Más que nada me dio información sobre Xavier Martorell, que era uno de sus principales enemigos«.