La cotizada del BME Growth Izertis obtuvo un beneficio neto atribuido de 2,009 millones de euros en el primer semestre de 2023, en línea con los 2,004 millones registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Los ingresos mejoraron un 45% en el periodo, hasta los 59,89 millones de euros, mientras que registró un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 8,5 millones de euros, un 61% más que hace un año.

En términos de EBITDA normalizado, la mejora respecto al primer semestre de 2022 es del 64%, para situarse en los 9,0 millones de euros. Según ha afirmado Lourdes Argüelles, CFO de la compañía, “alcanzar esta cifra en los primeros 6 meses del año cobra especial relevancia, teniendo en cuenta que la previsión que habíamos publicado de nuestro plan estratégico 2020 – 2023 fijaba como objetivo para este ejercicio los 12,5 millones de euros de EBITDA”.

Por su parte, el margen de EBITDA normalizado sobre ingresos crece hasta el 15%, esto es, duplica el dato en tres años, con lo que “marca un máximo histórico y es el resultado de la optimización continua en la eficiencia de los procesos operativos de la compañía, y de la especialización tecnológica en los servicios de capa de valor más elevada”, tal y como asegura Argüelles.

La tesorería de Izertis se mantiene en los 26 millones de euros, es decir, un valor cuatro veces superior al presentado hace 3 años. En esta línea, su deuda financiera neta respecto a EBITDA normalizado disminuiría hasta 2,9 veces, dato inferior al mismo periodo del ejercicio anterior, lo que implica “una fuerte posición de solvencia”.

Los planes de la compañía mantienen el propósito de alcanzar 250 millones de euros de ingresos y 33 millones de euros de EBITDA en el cierre del ejercicio del año 2027.