El Real Avilés Industrial descarta el escenario de prórroga de la concesión actual para continuar en el estadio Román Suárez Puerta. Considera que su proyecto de remodelación, que supondría una inversión de 14 millones de euros, es viable, pero quiere negociar una nueva concesión durante varias décadas. Respecto de la deuda, los 170.000 euros que le faltan al club por abonar corresponden a intereses. El resto ya se ha pagado.

El futuro del Real Avilés en la ciudad se perfila como una tarea harto compleja. El concejal de Desarrollo Urbano y Económico, Manuel Campa, insistió en el último Pleno –celebrado el pasado 29 de septiembre– en que no habrá concesión mientras la deuda no esté liquidada en su totalidad. La parte socialista del gobierno avilesino defiende además negociar una prórroga del convenio actual de concesión, para preparar el proyecto y los pliegos necesarios para licitar las obras, y firmar luego una nueva concesión administrativa de usos en un documento en el que se asegure la inversión comprometida por la propiedad del Real Avilés. En ese documento, además, el Ayuntamiento se reservaría espacios en los bajos del estadio para uso municipal. Asegura Campa que al ser las instalaciones de titularidad pública, es necesario cumplir con todas las condiciones que se imponen a las administraciones.

Cambia Avilés –la confluencia de Podemos e IU–, socios de gobierno del PSOE, considera que la postura de sus compañeros de ejecutivo es demasiado inflexible, y quiere empezar ya las negociaciones con el propietario del club, Diego Baeza, que de momento se mantiene en silencio.

El PP y Vox instan desde la oposición a que se atiendan las propuestas del Real Avilés y se llegue a un acuerdo cuanto antes, para no poner en riesgo la inversión. Todavía está muy presente la marcha del club al vecino municipio de Corvera para construir en él la ciudad deportiva, de lo que tuvieron conocimiento cuando se anunció públicamente, sin que se les hubiera informado de las fracasadas negociaciones entre el gobierno socialista de Avilés en el anterior mandato y el dueño del Real Avilés. La previsión es que en el primer trimestre de 2024, el club tenga ya las licencias municipales –2,5 millones de euros– y en el primer semestre del año se inicien las obras, con una inversión de unos 40 millones de euros.

Fuentes próximas al Real Avilés señalaron que no se pide nada extraordinario, ni siquiera subvenciones millonarias como tienen otros clubes de la misma categoría y ciudades similares. Es más, indicaron que el club estaría en disposición de hacerse cargo de la remodelación de los bajos que ocupa ahora la Policía Local y que ya se han ofrecido al gobierno avilesino distintas fórmulas para llegar a un acuerdo. Pero de momento no solo no fluyen las negociaciones, sino que simplemente no existen.

El proyecto del Real Avilés para remodelar el Suárez Puerta y la inversión está «asegurada», insisten las mismas fuentes. Pero para ello se necesita no una renovación del documento que se firmó en 1999, sino un nuevo acuerdo con todas las garantías y a largo plazo. A varias décadas.

El propietario del Real Avilés ya presentó su plan en el Ayuntamiento en septiembre de 2022. A grosso modo consiste en cerrar los dos fondos –lo que aumentaría la capacidad del recinto–, hacer una cubierta continua, y abrir en los bajos de las gradas tiendas y locales que generen actividad comercial y de ocio. Para este último objetivo es preciso que el club sea el gestor de los espacios que dan a la calle José Cueto, algo que impide el actual convenio y que requiere el traslado de la comisaría de la Policía Local y la sede de la asociación de vecinos del Quirinal.

Los partidos de la oposición –entonces también Cambia Avilés– cargaron contra el gobierno socialista por su falta de tacto para retener el proyecto de la ciudad deportiva del Real Avilés, censuraron el «despotismo y tiranía» del PSOE y criticaron el «oscurantismo» de las negociaciones con Diego Baeza, así como el «ninguneo» del que fue objeto el nuevo propietario del club. Igual que ahora.