El cadáver de una mujer apareció ayer por la tarde en el sótano de un edificio que lleva años a medio construir en la calle Atranco, en el centro de Cangas, habitado por okupas y donde se buscaba desde hace días a Mª Carmen G.N., de 54 años, desaparecida desde el pasado lunes. Efectivos de Emerxencias-Protección Civil y Bombeiros do Morrazo achicaron durante horas el agua acumulada en el foso, donde se sospechaba que podría estar el cuerpo, y lo hallaron en torno a las cinco de la tarde. Fuentes de la investigación confirmaron la identidad de la mujer, y en el lugar del suceso permaneció una comisión judicial hasta bien entrada la noche, incluso con generadores y linternas, mientras la calle permaneció acordonada y con el tráfico cortado. Pasadas las ocho de la tarde, un furgón fúnebre trasladó el cuerpo al anatómico forense para realizarle la autopsia que debe determinar la causa de la muerte.

“Mari”, como la conocen los vecinos, llevaba en paradero desconocido desde hace una semana y sus familiares denunciaron el caso ante las fuerzas del orden, así como a través de la organización SOS Desaparecidos. La mujer abandonó su casa el lunes y llevaba su teléfono móvil. Policía Local y Guardia Civil realizaron en los últimos días varias batidas e inspecciones en edificios de la zona para intentar dar con ella, entre ellos el de la calle Atranco donde a media tarde apareció ayer el cadáver. Decenas de personas, entre ellas familiares y amigos, permanecieron en el lugar mientras se realizaba la inspección del inmueble y algunas reconocieron sus “sospechas” de que estaba allí.

Efectivos de emergencias, en el operativo desplegado ayer por la tarde en la calle Atranco. G. NUÑEZ


En torno a ese edificio fueron estrechando el cerco los agentes policiales y ayer se procedió a achicar el agua del segundo sótano inundado de forma casi permanente, pues el edificio carece de puertas y ventanas estancas contra la lluvia. Esa operación comenzó a media mañana y se prolongó varias horas para retirar decenas de metros cúbicos de agua turbia, que impedía divisar lo que había en el fondo. Cuando el nivel bajó de medio metro de altura, la Guardia Civil pudo acceder al sótano y comprobar que el cuerpo de la mujer estaba allí.

Agentes de policía judicial recogieron pruebas en todo el edificio e impidieron acceder a él a varias personas que viven como okupas en las plantas superiores del inmueble, que se ha convertido en escenario de frecuentes incidentes, entre los más recientes un incendio en un colchón, el pasado mes de marzo, que obligó a evacuarlo y causó al menos un herido leve. Los vecinos dicen que la seguridad en el interior del edificio es nula, los altercados son frecuentes y que las autoridades “prometen tomar medidas, pero no lo hacen”, señala una vecina de la calle Atranco.

Aunque algunas personas allegadas de la víctima refieren que Mari estaba muy afectada por el reciente fallecimiento de un familiar próximo, los investigadores no descartan ninguna hipótesis y probablemente hoy seguirán buscando pruebas en el lugar del suceso para determinar las causas de su muerte.