En uno de los solares gestionados por Ports IB, más de 40 embarcaciones están almacenadas al aire libre esperando a ser destruidas por una empresa externa. Entre las mismas uno puede encontrarse todavía enseres de sus pasajeros, quienes emprendieron un viaje desde sus países de origen en busca de un futuro mejor que, en muchos de los casos, no ha resultado ser otro que terminar en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros que la Policía Nacional montó hace un año en el antiguo cuartel ante la avalancha de migrantes que desembarcaron en la isla. 

Botellas, zapatos, chaquetas, chalecos salvavidas, bidones de gasolina vacíos, camisetas de niños, etc. son algunos de los objetos que pueden encontrarse en el interior de las embarcaciones, encharcadas por las recientes lluvias y marcadas por las autoridades que las recogieron, indicando con pintura la fecha de recogida en sus laterales. En muchas de ellas viajaron niños y niñas, bebés, familias enteras y jóvenes. Algunos lograron llegar a la costa y fueron recogidos por la policía o se adentraron en la isla fruto de la desesperación, en búsqueda de un futuro. Muchos otros, ni siquiera logran llegar a tierra con vida. 




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Fotos | Las pateras se acumulan en Son Tous

Son Tous se ha convertido en un cementerio de pateras, de embarcaciones con cientos de historias a sus espaldas que probablemente jamás serán contadas. 

Una vez llegan a las instalaciones, muchas sin vaciar y llenas de cosas, se mantienen ahí hasta que una empresa privada las recoge por lotes para proceder a su destrucción. Es una tarea tediosa y que debe hacerse poco a poco, ya que muchas de las embarcaciones, que no suelen superar los seis o siete metros de eslora, tienen varios componentes como motores, combustibles u otros elementos que no pueden procesarse conjuntamente.

Sin embargo, el procedimiento para deshacerse de las embarcaciones era diferente hasta hace unos meses. Las pateras, junto con algunos motores, salían a subasta pública. Esto provocó que ocurriese algún caso aislado en el que los patrones de estas embarcaciones las recompraran para volverlas a utilizar. Sin embargo, se detectó está práctica y los individuos fueron detenidos por la Guardia Civil. A pesar de haber ocurrido en muy pocas ocasiones, para evitar futuros problemas decidió contratarse a la empresa que se encarga de la destrucción de las mismas. 

Sin ir más lejos, a mediados de año, el Govern sacó a subasta más de 50 pateras de migrantes llegados al Parque Nacional de Cabrera, así como también 24 motores. 

Entre 2021 y 2022, se calcula que llegaron más de 300 pateras a las costas de toda Baleares, y una fuente cercana a la llegada de migrantes a las costas del archipiélago advierte de un cambio de tendencia en el perfil de los navegantes: mientras los últimos años la mayoría eran de origen argelino, en los últimos tiempos ha incrementado sustancialmente la llegada de jóvenes migrantes subsaharianos. 

En lo que va de año, más de 500 personas migrantes han desembarcado en las costas de Baleares.