La oposición europeísta polaca del exprimer ministro Donald Tusk exhibió su poder de movilización con la “Marcha del Millón de Corazones”, a 15 días de las elecciones generales y con el gubernamental partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) en primera posición en los sondeos. “Nadie puede detenernos, despertó un gigante”, afirmó Tusk, líder de la Plataforma Cívica (PO), ante una manifestación que abarrotó el centro de Varsovia. Fue la mayor manifestación jamás vista en la capital, según un comunicado difundido por la alcaldía, a cuyo frente está el liberal Rafal Trzaskowski (quien en 2020 fue candidato a la presidencia del país por el PO). Tusk había hablado anteriormente de “cerca de un millón de personas”, mientras que la Policía bajó la cifra a unos 100.000.
Era la segunda gran marcha convocada por Tusk para decir “basta” al dominio del PiS, tras la que discurrió por Varsovia en junio con medio millón de personas. La convocó el PO, la alianza entre cuatro partidos que lidera Tusk, y contaba además con el respaldo de la izquierdista Lewica.
El político liberal, primer ministro polaco entre 2007 y 2014, considera que “nada puede frenar” el relevo en el poder que lidera. Sin embargo, los sondeos colocan al PO en un 26% de los votos, frente al 36% que se pronostica para el PiS, el partido del primer ministro Mateusz Morawiecki, del viceprimer ministro y hombre fuerte de la política nacional, Jaroslaw Kaczynski, y del presidente Andrzej Duda.
Tusk representa el ansia de reformas frente a la línea antiasilo y la confrontación continua respecto a la Unión Europea (UE). Para el PiS, el líder opositor es un “siervo de Bruselas” o de Berlín, el país dominante a escala comunitaria, que no defendió tampoco los intereses polacos mientras estuvo al frente del Consejo Europeo -del 2014 al 2019- .
Morawiecki y Kaczynski repiten a diario que Tusk dejó diezmado el ejército nacional con sus recortes, una línea que contraponen a las inversiones realizadas en Defensa estos años y acelerada por la invasión rusa de Ucrania. El propósito del PiS es incrementar la partida de Defensa a un 4 % del PIB para el próximo año y, a medio plazo, ampliar el contingente de sus 172.000 soldados actuales a 300.000. Polonia es pieza clave para la defensa del flanco este de la OTAN, algo que a juicio del PiS Tusk ignoró, en connivencia con Alemania o con Bruselas y para beneficio de la Rusia de Vladímir Putin.
El PiS domina la política polaca desde hace ocho años, pero según los sondeos precisarán un socio para gobernar. Esta posición podría recaer en la ultraderechista Confederación, un partido que ocupó la tercera posición en los sondeos pero que últimamente ha perdido fuelle y que propugna la prohibición total del aborto -un derecho que actualmente ya está restringido a mínimos en Polonia- o el rechazo frontal a la acogida de refugiados.
La denominación de “Marcha del Millón de Corazones” pretende reflejar exactamente lo contrario a estos propósitos del PiS o la ultraderecha más dura. Colectivos LGTBI, feministas y defensores de la libertad de expresión ven en Tusk la vía para romper la dinámica derechista y de confrontación sistemática con Bruselas marcada por el PiS.