Alegría, pero sin presumir, que todavía hay mucho que remar, en la casa azul. El Oviedo, por fin, sumó su primera victoria del curso. Lo hizo a lo grande, en 25 minutos y demostrando que igual sí que había equipo para más. Pero para que esto sea una realidad tendrá que ser plasmado con constancia en el tiempo y en el espacio, que no muchos equipos darán las facilidades del Eldense, conjunto que llevaba un porrón de tiempo sin perder en su campo.
Con una victoria fuera de casa, esta jornada intersemanal que se nos viene por delante se vivirá con más calma entre los carbayones, que ahora tienen otro objetivo: ganar en el Tartiere y sumar otra victoria que seguramente les saque del túnel que conduce a la Primera Federación.
Mientras, en Huesca, el Sporting de MAR también cumplió sus objetivos. Primer gol y primera victoria a domicilio después de meses y meses patinando lejos de El Molinón. Los tres puntinos colocan a los rojiblancos en puestos de promoción, algo impensable hace unas semanas. El «fúrgol» es así. Ya queda menos camino para los 50 y luego ya se verá para lo que dan la plantilla y el plan de Ramírez, que como la hormiga del cuento se está ganando un invierno tranquilo a base de currárselo.
El proceso va viento en popa después de sumar cuatro de seis fuera. Por lo demás, el madridista Nacho pide perdón por su entrada criminal en Montilivi a Portu. Queda claro que en todas las cabezas hay cables pelados que cuando se cruzan provocan la de mi madre, ¿oyisti, güey?