Una niña de 15 meses sobrevivió tras tragar una pila, gracias a médicos en Hospital Hadassah que actuaron a tiempo.

Pilas de botón: Un peligro doméstico silente

Las pilas de botón, a menudo presentes en hogares y juegos, representan un riesgo que muchos padres subestiman. Laila, una bebé de 15 meses, tragó una sin que su familia lo notara.

“Pasamos mucho tiempo en casa debido a las vacaciones”, comenta Safa, la madre. “Noté que Laila no estaba bien; vomitaba y tenía fiebre. Pensé que era un virus, pero su condición empeoraba”.

A pesar de las constantes visitas al médico y medicamentos, el estado de la pequeña Laila no mejoraba. Fue una radiografía en el Hospital Hadassah Mount Scopus lo que reveló el peligro inminente.

El descubrimiento en Hadassah y la rápida actuación

“Al llegar al hospital, el personal comenzó a hacer muchas preguntas”, recuerda Safa. “Preguntaron si había tragado algo. Estoy con ella todo el día y no pensé que podría haberlo hecho. Pero la radiografía mostró la pila”.

El Dr. Efrat Amitai, del Servicio de Urgencias Pediátricas, indicó que, pese a la falta de información inicial, los síntomas y resultados de los análisis no cuadraban. Se sospechó de una ingestión extraña, lo que llevó a la radiografía.

Tras confirmar la presencia de la pila, se contactó a la Dra. Liron Birimberg-Schwartz. “Una pila en el esófago debe extraerse de inmediato. Laila llevaba días con síntomas, lo que podría haber llevado a complicaciones graves”, comentó la especialista.

Niña en peligro tras ingerir pila de botón: Intervención urgente

Una niña fue hospitalizada tras la ingestión de una pila, generando una situación crítica que demandó la atención de especialistas en el hospital Hadassah Ein Kerem.

El riesgo de las pilas de botón según especialistas

Laila fue llevada a Hadassah Ein Kerem para una operación urgente. El equipo incluyó al Dr. Sagit Stern, otorrinolaringólogo, el Dr. Liron Birimberg-Schwartz, experto en gastroenterología pediátrica, y la Dra. Nermeen Abdelkader, residente de otorrinolaringología.

“Las pilas de botón pueden parecer inofensivas, pero son un peligro latente”, señala el Dr. Birimberg-Schwartz. “La energía acumulada, las sustancias que desprenden y la presión que generan pueden provocar severos daños en el esófago. La perforación es una posible consecuencia, además de lesiones en arterias cercanas”.

Es esencial que, ante la ingestión de una pila, el afectado sea llevado a urgencias sin demora para su extracción.

Recuperación y prevención: La situación de Laila

Laila llegó al hospital con la pila atascada en el esófago por dos días. Los médicos se prepararon para lo peor, convocando incluso a un cirujano cardiotorácico. El Dr. Stern logró retirar la batería y se procedió a evaluar el daño causado.

Se detectaron lesiones necróticas en el esófago debido al tiempo que la pila permaneció en su interior. “Si hubiera estado unas horas más, las consecuencias podrían haber sido letales”, afirmó el médico.

A pesar de la gravedad, Laila pudo recuperarse y fue dada de alta luego de dos semanas. Aunque su recuperación fue alentadora, existen riesgos de complicaciones a futuro que requerirán vigilancia médica.

Consejo médico: Mantener pilas fuera del alcance infantil

El Dr. Birimberg-Schwartz hace un llamado a la conciencia: “Pedimos a los padres asegurarse de que sus hijos no puedan acceder a estas pilas. Se hallan en múltiples objetos cotidianos. Si un niño ingiere una, es crucial acudir a urgencias de inmediato”.

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