En España se practican más abortos a personas que han utilizado un método anticeptivo que aquellas que no han usado nada. ¿La razón? Según José Gutiérrez Alés, titular de la Sociedad Española de Contracepción, es por «el mal uso» que se hace de ellos.
El Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo, publicado por el Ministerio de Sanidad, muestra que, del total de los 98.316 abortos practicados en España en 2022, 3.309 personas utilizaban métodos anticonceptivos naturales; 25.990 métodos barrera (especialmente los preservativos); 783, métodos mecánicos; 16.581, hormonales; y 1.381 otros métodos.
Esto significa que 48.044 personas que se sometieron a una interrupción voluntaria del embarazo habían utilizado métodos anticonceptivos frente a las 43.318 que dijeron no haber utilizado nada.
El preservativo es el método favorito
El método más utilizado en España para evitar los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual (ITS) son los preservativos. Sin embargo, Gutiérrez Alés asegura que los métodos reversibles de larga duración son los más efectivos. Pero, pese a estar disponibles desde hace años, su crecimiento es testimonial. Con el cambio de la ley, el gobierno se ha comprometido a financiarlos y a facilitar su acceso.
«Seguimos abrazando métodos menos efectivos, como el preservativo», asegura. Achaca a esto que la gente joven no vaya a las consultas a recibir conceptos contraceptivos. Ni se pregunta al médico. «Normalmente se intentan comprar preservativos en la farmacia. Pero si nos vamos a las cifras de ITS vemos que bien, bien, no lo utilizamos. Ese es un poco nuestro hándicap», asegura.
También se debe a lo que llama «hormofobia»: cada vez más jóvenes evitan tomar anticonceptivos hormonales. Una decisión, dice, totalmente respetable, pero que no se corresponde a la seguridad que pueden proporcionar.
Falta educación sexual
Otro motivo que achacan a todos estos embarazos no deseados es la falta de educación afectivo sexual en España. El presidente de la Fundación Española de Contracepión (FEC), José Gutiérrez Alés, hizo una analogía con el carnet de conducir. ¿Qué ocurriría si se lo dieran a una persona sin necesidad de pasar por ninguna autoescuela, simplemente solicitándoselo a tráfico? A alguien sin ningún tipo de formación, o que hubiera aprendido de ver esto y aquello. Pues, en su opinión, que aumentarían los accidenes de tráfico.
«La formación es la única que tiene la capacidad de modificar las conductas en favor de las personas«, apunta. Por eso, asegura que solo formando a la gente joven, permitiendo la educación sexual en todo el currículo escolar con el apoyo de gabitenes psicopedagógicos, se les podrá exigir que utilicen métodos acordes a lo que necesitan. Claro que «cada vez hay menos educación sexual en la escuela». «Algunas comunidades autónomas, como en Murcia, que ya tenían un programa en marcha, lo que han hecho ha sido dar marcha atrás, no vaya a ser que arruinen la inocencia de los hijos», ironiza.
Unos hijos que, según recuerda, sí tienen a su disposición referencias pornográficas duras, y de acceso gratuito, las 24 horas del día. «Eso es lo que se está cargando toda la evidencia de la sexualidad en un país como el nuestro», concluye.