Las elecciones municipales depararon una sorpresa en Alcosser, y no solo para los vecinos, sino para los integrantes de la candidatura socialista, que ni de lejos esperaban acabar gobernando en el pueblo. Y es que la lista estaba conformada, íntegramente, por personas de fuera de la localidad, lo que se conoce como cuneros o «paracaidistas», empataron con el PP y hoy están al frente del Ayuntamiento porque en la moneda salió cara.
Todo empezó como un simple formalismo. Los grandes partidos encuentran a veces dificultades para confeccionar candidaturas en las poblaciones de menor tamaño, debido que no localizan a vecinos dispuestos a dar el paso. De ahí que, para cubrir todo el territorio, y aún siendo conscientes de que las posibilidades de obtener concejales son mínimas, decidan en estos casos presentar listas integradas por personas foráneas. Por un lado, por una cuestión de prestigio, y, por otro, para dar una opción a sus respectivos votantes.
Pues bien, justo esto es lo que sucedió estas pasadas elecciones en Alcosser, pequeño municipio de la comarca de El Comtat de poco más de 250 habitantes, donde el PSOE se encontró con que no tenía a ningún candidato y optó por presentar una lista conformada por cuatro personas de fuera de la localidad.
En las filas socialistas estaban seguros de que todo iba a ser un puro trámite sin ninguna esperanza de éxito, y más teniendo en cuenta que, salvo en el último mandato, en el que gobernó Compromís, la hegemonía por parte del PP y anteriormente por Alianza Popular había sido la norma general en el municipio.
Sorteo
Pero el «sorpresón» llegó la noche electoral, cuando empataron a 68 votos con el PP. Algo totalmente inesperado, teniendo en cuenta, además, que en la lista popular concurría Arturo Abad, quien fuera alcalde de Alcosser entre 2015 y 2019, si bien es cierto que el resto de candidatos, como sucedía con el PSOE, no estaban empadronados, aunque sí tienen vinculación con el pueblo. Y luego vino el desempate, con una moneda al aire en los juzgados que acabó decantando la balanza a favor de los socialistas, que habían pedido cara en el sorteo.
Así que, de repente, se vieron con la responsabilidad de situarse al frente del Gobierno municipal, algo que, ni por asomo, se habían planteado cuando su partido los reclutó simplemente para tener presencia en los comicios. Pero, como dice el refranero, a lo hecho pecho, y, desde el primer momento, los cuatro integrantes del nuevo Ejecutivo local decidieron tomarse muy en serio su labor al frente del Ayuntamiento.
La ventaja, eso sí, es que la mayoría de ellos tiene experiencia en la gestión municipal. Empezando por la alcaldesa, María Ballesteros, que ya fue primera edil en Gaianes entre 1999 y 2007. El resto pertenece a la agrupación socialista de Cocentaina.
Ballesteros señala que, en sus previsiones, «contaba con que, como máximo, íbamos a sacar un concejal, teniendo en cuenta que en Alcosser el PSOE nunca había sacado nada. Lo que ocurrió, sin embargo, fue una sorpresa extraordinaria, porque nadie podía ni siquiera llegar a imaginarlo».
Pero, repuestos del sobresalto inicial, se han puesto manos a la obra, eso sí, contando con la colaboración directa de los vecinos. «Nosotros -subraya- no conocemos el día a día del pueblo, somos una especie de gestora, así que tenemos que trabajar conjuntamente con la gente de aquí, teniendo muy en cuenta sus peticiones y necesidades».
De ahí que, hace apenas quince días, celebraran una asamblea popular, en lo que se pretende que sea una práctica habitual durante el mandato. Según la alcaldesa, «la respuesta fue muy positiva y nos sirvió para conocer las inquietudes, tomar nota y trabajar para intentar acometer los proyectos que desean».
Mientras tanto, el nuevo Ejecutivo se ha volcado para consumar la obtención de las subvenciones que ya había solicitado el anterior Gobierno de Compromís, al tiempo que se ha marcado, como principales prioridades, la renovación de la red de agua potable y el arreglo de caminos. Ballesteros subraya, además, que heredan un Ayuntamiento saneado, aunque, como todos los de su tamaño, con escasos recursos.
Respecto a los motivos por los que han tenido este respaldo, la alcaldesa opina que «creo que la gente ha votado experiencia, sabiendo de dónde venimos, y estamos muy ilusionados con cumplir con las expectativas».
Rosa Sellés es otra de las integrantes del Gobierno municipal. Entre 2003 y 2015 fue concejala de Cocentaina, ocupando áreas como Cultura, Servicios Sociales, Policía y Fiestas, y, además, tuvo una experiencia previa similar a la actual, lo que la llevó a ser concejala de Planes, aunque en la oposición. También reconoce que no esperaban verse en esta situación y que, efectivamente, «somos lo que la gente define como ‘paracaidistas’. Pero, si nos hemos presentado, lo hemos hecho con todas las consecuencias, y prácticamente a diario estoy en Alcosser para trabajar y hacer lo mejor para el pueblo, siempre contando con los vecinos».
Treinta euros
En parecidos términos se expresa Amparo Bosch, también de Cocentaina, que en la actualidad ejerce como asesora del PSOE en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). «Nada más entrar -explica- he tenido que encargarme de la organización de las fiestas, que, eso es verdad, ya estaban preparadas por la anterior Corporación». Y destaca el total compromiso del equipo socialista, sin ninguna retribución, más allá de los 30 euros por asistencia a plenos que cobran cada tres meses. «Queremos mejorar el pueblo y hacerlo de la mano de los vecinos», enfatiza.
El cuarto en liza es Marcos Llorens, que también ejerció de concejal en Cocentaina, en los departamentos de Urbanismo y Hacienda, entre otros, además de haber sido gerente del Centro de Desarrollo Rural (Ceder) Aitana. A nivel orgánico, ocupó la secretaría general socialista contestana, formando parte en la actualidad de la ejecutiva comarcal en el área de industria. Señala que se enteró una semana antes de la presentación de la lista de que iba a formar parte de la misma, dado que, con anterioridad, se había especulado con que estuviese en la de Agres. Opina que están al frente del Ayuntamiento «por un voto de castigo al PP, dado que, de otra forma, hubiese sido imposible». Con todo, asegura que «vamos a trabajar de manera firme, y también a intentar generar ilusión para que dentro de cuatro años haya gente del pueblo que se presente».