Larry Fink, consejero delegado de BlackRock, prevé que el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años superará el 5% a medida que los cambios geopolíticos y las cadenas de suministro hacen que la inflación sea más persistente.
«Mi opinión es que vamos a tener rentabilidades a 10 años al menos del 5% o más debido a esta inflación incorporada. Estamos subestimando que el cambio en la geopolítica es estructuralmente inflacionario», ha afirmado durante su discurso en el foro de Diálogo Global que se ha celebrado este viernes en Berlín.
Fink se ha convertido en el último ejecutivo de Wall Street en advertir sobre el riesgo de unos «tipos altos durante más tiempo» y su impacto en el comportamiento del mercado de deuda.
En este sentido, Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase, ha señalado que los costes de endeudamiento de Estados Unidos podrían aumentar hasta un 7% en el peor de los casos, mientras que Bill Ackman, de Pershing Square Capital, estima que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 30 años se situarán en un 5%.
Estas declaraciones llegan después de que los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años alcanzara el jueves el 4,68%, su nivel más alto desde 2007, como consecuencia del agresivo endurecimiento monetario llevado a cabo por la Reserva Federal (Fed) y después de lanzar el mensaje de que los tipos iban a permanecer elevados más tiempo del estimado.
Todo ello en un contexto de mayor endeudamiento del gobierno estadounidense para financiar déficits presupuestarios, la rebaja de calificación de Fitch Ratings y un aumento de los precios del petróleo que ha renovado los temores sobre las presiones inflacionistas.
No obstante, y aunque BlackRock ya ha advertido que los intereses iban a permanecer elevados por más tiempo, Fink también ha remarcado que es poco probable que el mundo se enfrente a una «hiperinflación» como la de la década de 1970, cuando Estados Unidos sufrió un crecimiento de precios de dos dígitos.
«Yo era un joven operador de bonos a finales de los años 70, cuando había hiperinflación. No creo que vayamos a tener nada parecido a esta inflación de los años 70. Pero yo diría claramente que estamos en un periodo de tiempo con muchas transiciones, ya sea una transición de la deflación a la inflación o una transición geopolítica. La fragmentación de las cadenas de suministro apenas comienza», ha explicado.
En cuanto a las perspectivas económicas de EEUU y a la posibilidad de que el país sufra una recesión, el CEO de BlackRock ha indicado que la situación de la economía es «vibrante» y que de producirse una desaceleración no sería hasta 2025.
«La transmisión de las subidas de tipos en EEUU tarda mucho más en impactar la economía. Y cualesquiera que sean las recesiones que vayamos a tener, serán bastante modestas. Así que ni siquiera tengo tanto miedo», ha subrayado.
En cambio, ha manifestado que la escasez de mano de obra es uno de los principales riesgos para la economía estadounidense, y que eso podría obligar a la Reserva Federal a mantener una política monetaria restrictiva por más tiempo.
«Es posible que se necesite una recesión para reducir la demanda laboral. Creo que esta es una de las cosas que afectará a Estados Unidos», ha concluido Fink.