Cuando le das a tu rival de su propia medicina, pocas objeciones pueden hacerse. El Villarreal CF de Pacheta ha logrado este sábado en el Coliseum Alfonso Pérez un puntazo ‘a lo Bordalás’, sumando un empate en Getafe (0-0) más importante de lo que parece, ya que los amarillos jugaron más de uno hora con un jugador menos por la expulsión injustificada de Álex Baena. El técnico ‘groguet’ supo transformar a su equipo y disfrazarlo de Geta, logrando una igualada en la que sobresalió el meta Filip Jörgensen.
Tras las buenas sensaciones mostradas en Vallecas y en los primeros 50 minutos ante el Girona, se esperaba que el Villarreal ofreciera dichas versiones en un campo tan complicado.
Pacheta continuó con el planteamiento que tan buen resultado le dio ante el líder de LaLiga mientras al equipo le duró la gasolina. Solo introdujo un cambio con respecto al duelo intersemanal, dando entrada en el eje de la zaga a Matteo Gabbia por el argelino Aïssa Mandi. El resto, doble pivote con Capoue y Dani Parejo, Morales y Yeremy Pino en los costados. Álex Baena de enganche y el noruego Sorloth solo en punta.
El encuentro comenzó igualado, con un Submarino que parecía tener la lección bien aprendida. Ante la intensidad del rival, los amarillos contrarrestaron es ímpetu con la posesión y también con buena dosis de sacrificio y solidaridad en todas sus líneas.
Pero ya se sabe que en el manual de Bordalás entran en escena otras artes que no solo las balompédicas, tan lícitas como cualquier otra, siempre que estén dentro del reglamento.
Los azulones tenían bien estudiados qué jugadores son los que más saltan ante posibles provocaciones en el Villarreal: Alfonso Pedraza (expulsado en Cádiz) y Álex Baena (conocida su mecha corta ante cualquier provocación).
Dicho y hecho. Desde el inicio, Damián Suárez comenzó a hacer honor a su apodo, el Zorro, y buscó una y otra vez a Pedraza, siempre al límite del reglamento, hasta que provocó la desesperación del lateral ‘gorguet’, que vio la amarilla a los cinco minutos.
Mismo guion y peor desenlace lo que le sucedió a Álex Baena, que fue provocado por Mitrovic, desesperando al almeriense, que en la caída tras un agarrón le propinó un codazo sin sentido que, en el fútbol de VAR, es roja directa sí o sí. Corría el minuto 24 y el colegiado, el balear Busquets Ferrer, que no lo había visto, fue al monitor expulsando al 16 amarillo.
A Pacheta se le rompían los esquemas, sabiendo que tendría que soportar más de una hora con diez hombres en territorio hostil.
Solidaridad y puntazo
Al descanso se llegaba con tablas en el marcador y sin que el Villarreal hubiera lanzado disparo alguno, ni a puerta ni fuera. En el segundo acto, el míster amarillo ubicó a Kiko Femenía por delante de Foyth y a Alberto Moreno por Pedraza.
Con uno menos, los amarillos tiraron de arrestos e hicieron un fútbol Bordalás, haciendo faltas tácticas y sabiendo tirarse cuando tocaba. E incluso Sorloth la tuvo con un cabezazo antes de ser sustituido por Brereton Díaz, que también la tuvo. Mención especial al guardameta Filip Jörgensen, que fuera de casa juega más liberado y ayer, con nueve paradas, cuatro de matrícula, salvó al equipo para lograr un puntazo a lo Bordalás.