El Rey Felipe VI ha resaltado en un discurso pronunciado este sábado en la localidad portuguesa de Cascais cómo las fronteras «demarcan pero no separan» si ambos países mantienen su voluntad y deseo de concertación y de reforzarse mutuamente.
El Rey ha sido el encargado, junto con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, de inaugurar el III Encuentro Luso-Español ‘Desafíos de nuestro século‘, organizado por las Fundaciones Duques de Soria y D. Luis I.
«Que ambas instituciones desarrollen desde 2015 la iniciativa conjunta de estos encuentros es una buena muestra de cómo las fronteras demarcan, pero no separan, cuando hay un espacio -el ibérico- compartido, un pasado que ha sido, en muchos aspectos, común, y sobre todo un futuro de gran potencial; si logramos mantener firme nuestra voluntad y deseo de concertación y de reforzarnos mutuamente ante los grandes temas de la conversación y acción en el mundo», ha declarado.
El Rey ha trasladado su satisfacción por ver cómo España y Portugal generan «continua y responsablemente espacios de encuentro, de enriquecimiento mutuo y de visión y compromiso compartido ante los grandes retos de futuro», que cree que ambos deben afrontar, en Europa, en el Atlántico y el continente africano.
El encuentro se enmarca en la Cátedra D. Juan de Borbón, Conde de Barcelona, constituida por la Fundación Duques de Soria en 1994, que tiene por objetivo promover el intercambio y el conocimiento de las realidades culturales y socioeconómicas actuales entre España y Portugal.
En este sentido, Felipe VI ha defendido que reflexionar sobre gobernanza y política, innovación tecnológica y ciencia, globalización y glocalización, ciudades inteligentes y ciberseguridad, riesgos climáticos o medioambientales y lengua y cultura, supone «dar pasos relevantes para compartir análisis y diagnósticos que faciliten diseñar estrategias compartidas o coordinadas» entre los dos países.
Por otra parte, ha añadido que las nuevas tecnologías, con Internet, la computación cuántica, la nanotecnología y el reciente desarrollo de la IA a la cabeza, constituyen «un verdadero reto», ya que están estableciendo unos nuevos modos de interrelación «tan significativos como para que algunos investigadores hablen incluso de una nueva etapa historiográfica».
«El siglo XXI está asistiendo a cambios extraordinariamente trascendentes respecto de años pasados, y que van quedando atrás a un ritmo también extraordinariamente rápido; lo cual supone el verdadero cambio, para la evolución humana. Lograr que tales cambios conlleven oportunidades realmente beneficiosas para toda la sociedad es el mayor reto que debemos asumir con plena responsabilidad y compromiso, pero también con esperanza», ha concluido el Rey.