Descubre la travesía del etrog, un fruto vital en rituales judíos y su influencia cultural en el paso del tiempo.

El etroger: Más que un simple fruto

El término “etroger”, del yiddish, refiere al comerciante judío que comercializaba cidras en la Europa medieval. No es un término familiar para muchos, incluso para Josh Teplitsky, profesor de historia judía en la Universidad de Pensilvania.

Teplitsky se cruzó con la palabra mientras investigaba sobre el Gran Rabino de Praga. Este encuentro despertó su curiosidad y lo condujo a un camino de descubrimientos.

La cidra, con su característica piel robusta, es esencial para ciertos rituales durante la fiesta de Sucot. Dada su procedencia tropical, su distribución en tiempos antiguos era un desafío.

Una exploración profunda del etroger en la historia

Junto con Warren Klein y Sharon Liberman Mintz, Teplitsky decidió explorar a fondo el etroger. El asombro de su descubrimiento se reflejó en las palabras de Klein: “Mis antepasados procedían de Europa del Este. ¿Cómo habrían conseguido un etrog para la fiesta?”

Esta investigación conjunta derivó en un libro titulado “Be Fruitful: El etrog en el arte, la cultura y la historia judías”, lanzado en 2022. Como corolario, nace la exposición “Etrog, el fruto errante” en el Museo Bernard, en el corazón de Manhattan.

Klein asegura que esta es la primera muestra dedicada al etroger, un cítrico retratado en artefactos judíos antiguos.

El etroger en la iconografía y el arte a través de los tiempos

Con el esfuerzo colaborativo de otros eruditos y artistas, la exposición ofrece un recorrido panorámico sobre el etroger. Desde sus raíces en China, pasando por su distribución global de la mano de mercaderes persas, hasta su asociación con el Templo de Jerusalén y la Tierra de Israel.

La muestra incluye monedas de la era del Segundo Templo de Jerusalén con grabados de la fruta y mosaicos antiguos de una sinagoga en Tiberíades, Israel.

El etroger no es solo un fruto, es un emblema de la historia y cultura judías que ha resistido el paso del tiempo.

La diversidad de la colección del Etrog

Con más de 100 ejemplares, la muestra destaca la variedad de objetos relacionados con el etrog, proporcionados por 20 prestamistas distintos. Entre los más destacados se encuentran el Museo Judío, la Biblioteca del Jardín Botánico de Nueva York y la Sociedad Numismática Americana. La exposición abarca desde recipientes de etrog hasta documentos y páginas iluminadas que retratan esta fruta sagrada.

“El facsímil de la Miscelánea Rothschild es lo más especial: es el manuscrito hebreo más bello jamás creado”, mencionó Mintz. Este valioso manuscrito del siglo XV, reconocido por la Unesco, permite una visión íntima de la vida y las costumbres del Renacimiento italiano.

La imagen que adorna este manuscrito retrata a un hombre piadoso con un etrog y un lulav, símbolos centrales de la festividad de Sucot. Estos objetos representan aspectos profundos de la fe judía, incluido el Nombre de Dios de cuatro letras.

El arte judío a través del Etrog

La exposición también resalta la diversidad en el diseño de cajas de etrog. Estas cajas, que varían desde diseños simples hasta ornamentos intricados, reflejan la rica tradición artística judía en diferentes épocas y lugares. “La caja del etrog es un reflejo de cómo los judíos han embellecido sus rituales a lo largo del tiempo”, explicó Mintz.

Entre los objetos más curiosos se encuentran recipientes de etrog reutilizados, como cajas de azúcar del siglo XVIII-XIX de Alemania o tarros de mostaza de comerciantes sefardíes de la Nueva York colonial. Con el paso del tiempo, los artistas judíos han adaptado estilos contemporáneos, como el art nouveau, en sus creaciones.

Artistas modernos también han dejado su huella. Mila Tanya Griebel diseñó una caja de plata con recortes, mientras que Rachel Kanter y Tobi Kahn presentaron propuestas contemporáneas para transportar el etrog de formas innovadoras y prácticas.

El Etrog: Más allá de la festividad

Los organizadores de la exposición, satisfechos con la respuesta, consideran que en futuras ediciones podrían agregar una sección sobre el uso del etrog más allá de la festividad. Por ejemplo, su empleo en recetas y medicinas tradicionales.

“Había una intención de mostrar cómo la gente reutiliza el etrog en su cocina o en remedios caseros”, señaló Teplitsky. De hecho, existen registros en la Genizah de El Cairo que evidencian el uso medicinal del etrog para tratar diversas dolencias.

Estas aplicaciones tradicionales, junto con la rica historia artística y cultural que rodea al etrog, hacen de esta exposición una ventana única al mundo judío y su relación con esta fruta sagrada.

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