Corría el minuto 48 de partido, cuando el delantero del Real Madrid Brahim anotaba el 1-0 en el encuentro que midió al conjunto merengue frente a la UD Las Palmas el pasado miércoles. Fue en ese momento cuando uno de los comentaristas de Movistar LaLiga (canal que retransmitió el partido en directo), ‘soltó’ uno de esos comentarios capaces de indignar a cualquier aficionado al fútbol.

Cierto es que la superioridad del cuadro madrileño en la primera parte fue manifiesta, como bien hablan las estadísticas de 25 ataques a favor frente a 6 de la UD. El meta amarillo Álvaro Valles se había convertido en el protagonista del encuentro, con paradas de enorme mérito.

Sin embargo, antes de llegar al descanso, llegaría el tanto anteriormente mencionado, lo que produjo un comentario bastante ‘irrespetuoso’ por parte de Bernd Schuster, que no se cortó para exclamar un «¡Por fin!» como si estuviese deseando que el Real Madrid se adelantara en el marcador definitivamente.

Si bien es cierto que se podría entender que Schuster tuviese cierta preferencia por el conjunto blanco (en su etapa de futbolista formó parte de las filas madridistas (1988-1990), siendo técnico del primer equipo posteriormente en la campaña 2007), pero lo que no parece correcto es que demuestre su filia cuando ejerce como comentarista de un encuentro.

LaLiga: Real Madrid – UD Las Palmas LOF


Hilo en Twitter

Han sido varios los aficionados de la UD Las Palmas que se han hecho eco de esta situación. Uno de ellos, Nehemías Dorta @nehe_dora publicó en Twitter que «del primer tiempo solo diré que no había sentido tanto asco escuchando una retransmisión que con Bernd Schuster. Qué put… asco». Los treinta comentarios enlazados dejan bien a las claras la indignación por parte de otros aficionados.

En la segunda parte, Schuster tampoco mejoró mucho en sus análisis parcial del partido. De hecho, cuando el marcado ya señalaba 2-0 a favor del Real Madrid, no tuvo problemas en indicar que el cuadro merengue debería de apretar más para intentar conseguir el tercero (o incluso el cuarto), algo que a tenor de lo comentado durante el encuentro le hubiese encantado.