El sector citrícola de la Comunitat Valenciana comienza de lleno la recolección correspondiente a la temporada 2023/2024 con las explotaciones que tienen plantadas la mandarina clemenrubí, una de las más precoces en el sector. Y se hace en un momento en el que, según los datos facilitados por la Lonja de Cítricos de València, referencia para los eslabones de la cadena agroalimentaria, algunas variedades como la oronules (con una cotización media de 0,65 euros por kilogramo en origen) registra incrementos de precios hasta un 47% en comparación con idéntica semana de tiempo del año pasado.
En medio de una previsión de caída de producción y de buenos calibres, tal como prevé el Ministerio, la conselleria y las organizaciones agrarias, las mejoras de precios no son tan elevadas en estas primeras semanas de operaciones en el campo en el caso de las marisol, con un valor de 0,37 euros/kg., que supone un 8 % más que un año antes. Mientras, las citadas clemenrubí, así como la orogrós, obtienen valores similares al del ejercicio precedente.
Por su parte, las variedades de satsuma (okitsu y owari), con 0,32 euros por kilogramo, sí que mejoran los precios pagados a los agricultores del año pasado (entre 0,23 y 0,28 eruos/kg de media). En el caso de las variedades más tempranas de naranjas, la navelina, todavía no se han iniciado operaciones en los campos.
Una campaña con menor cosecha
Según la estimaciones de la Conselleria de Agricultura se prevé que la producción de naranjas alcance 1.299.475 toneladas, la de mandarinas, 1.134.895, la de limones 344.690 y la de pomelos 17.630. De este modo, en mandarinas se esperan 94.902 toneladas menos que la campaña previa y 331.870 menos que la media de las cinco previas. Además, el descenso se da en todos los subgrupos y casi todas las provincias. Es más acusado en las clementinas, de las que se esperan unas 50.000 toneladas menos que la campaña pasada, aunque también se produce en las satsumas e híbridos.
En total se producirán cerca de 109.479 toneladas de cítricos menos que en la campaña precedente (-3,8 %) y 469.153 menos que hace dos (-14,4%). Además, si se compara con datos históricos, será un 17% inferior (es decir, 573.124 t) que el promedio de las últimas diez campañas. ¿Por qué? Según la administración autonómica, eso tiene que ver con que «la meteorología, de nuevo, ha incidido en la floración y cuajado de los frutos. La combinación de elevadas temperaturas primaverales y elevadas humedades, debido a las lluvias acontecidas en mayo y junio -según la conselleria- y el debilitamiento que arrastraban los árboles incidieron en el cuajado de la fruta, siendo la ‘porgà’ (la que de forma natural se desprende del árbol) muy elevada».
En otros territorios
Mientras tanto, Andalucía acaba de anunciar que en la presenta campaña producirá 1,86 millones de toneladas de cítricos. Este territorio, según las previsiones de la Junta, va a producir este año el 32% de los cítricos de toda España y el 44,6% de las naranjas.
En el conjunto de España (incluidas Murcia y Cataluña), el Ministerio de Agricultura comunica una previsión de producción de 5,75 millones de toneladas de cítricos en la campaña 2023/2024. La nueva cosecha será previsiblemente similar a la anterior, pero un 14,4 % por debajo de la media de las cinco últimas, debido fundamentalmente a la sequía. La producción de naranjas disminuirá un 8,2 % con respecto al año pasado, mientras que la de limones se incrementará en un 28 %.
La producción exportada alcanza un valor medio por campaña de 3.300 millones de euros, lo que convierte a España en el primer comercializador mundial de cítricos en fresco, con un 25 % de las exportaciones globales.