‘Tarde AR’ llegaba a las tardes de Telecinco con la idea de no hablar de política. De hecho, el mismo consejero delegado de Mediaset, Alessandro Salem, así lo aseguraba en el mes de mayo: “No habrá política. Absolutamente no. Ningún tipo de tertulia política”. Cabe recordar que el Código Ético de Mediaset prohíbe que los espacios dedicados al «entretenimiento» se posicionen políticamente, tal y como era ‘Sálvame’ en su momento. Sin embargo, tan solo un día después de su estreno, Ana Rosa Quintana se desdecía y trataba, junto a su equipo de colaboradores, el asunto de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados, escudándose en su calificación de ‘infotainment’. Aunque esta sería la única vez que lo hicieran durante su primera semana en antena, volvían más fuertes que nunca en la segunda. El lunes 25 de septiembre, día anterior al primer debate de investidura, Quintana finalizaba el programa con otro editorial contra Pedro Sánchez. Todas las miradas estaban puestas en ella este martes con motivo de la primera jornada de investidura, sin embargo, Quintana ha decidido eliminar su esperado editorial y no pronunciarse al respecto. 

Tras atizar el día anterior, previo al debate de investidura de Feijóo, a Pedro Sánchez durante su sección ‘La firma’, muchos esperaban que la presentadora comentara lo sucedido en el Congreso de los Diputados a lo largo del día. Sin embargo, Quintana parecía obedecer al Código Ético de Mediaset por esta vez y no se pronunciaba sobre polémica en uno de los días más señalados para el país. Es más, la presentadora se despedía directamente desde el sillón en el que se encontraba con sus colaboradores, suprimiendo así su famoso y esperado editorial. Ahora la pregunta es: ¿conseguirá evitar hablar de política durante la semana de la investidura?

En su editorial del Martes, Quintana volvía a atizar a Sánchez tal y como lo hizo en varias ocasiones en ‘El programa de Ana Rosa’, perpetuando así la denominada ‘Firma AR’: «Me han preguntado: ‘Oye, ¿te sigue interesando la política?’ Pues la verdad es que mucho, y ahora más. Entiendo que, hasta ahora, es tiempo de relajarse, de entretenerse, y que ya están muy bien informados, pero que quedé claro. Estoy a favor de lo que antes decía Pedro Sánchez y sus ministros, y el PSOE respecto a la amnistía«, así comenzaba Quintana su discurso. Acto seguido, la presentadora comenzaba a enumerar varias frases que distintas personalidades del Partido Socialista habían pronunciado tiempo atrás sobre una posible amnistía:  «Grande Marlaska: ‘La amnistía no está recogida en nuestro ordenamiento jurídico’. Carmen Calvo: ‘La amnisitía no es planteable en un Estado constitucional democrático’. Iceta: ‘Con nosotros no va a haber amnistía’. Salvador Illa: ‘Lo repito para que quede claro. No va a haber amnistía’. Pedro Sánchez: ‘La aministía es algo que este Gobierno no va a aceptar. Me comprometo a traer a Puigdemont a España y que rinda cuentas ante la Justicia».

Quintana continuaba atacando al presidente del Gobierno en funciones, al que se dirigía personalmente: «Ahora, trabaja para la amnistía, aunque sus guionistas le den otro nombre. Así que, señor Presidente, usted lo volverá a llamar cambio de opinión. Antes de que vuelva a cambiar de opinión, señor Presidente, escuche a sus mayores y no expulse del partido a los que piensan de forma diferente, esto es propio de países autoritarios«. Para finalizar su monólogo, la conductora recurría a una serie de preguntas retóricas sobre el progresismo y, además, pedía a Sánchez que escuchara a la «mayoría social», refiriéndose a las personas que habían acudido al acto convocado por el PP contra una posible ley de amnistía: «¿Es progresista echar a quien discrepa? ¿Es progresista que la Vicepresidenta se abrace en público a un fugado de la Justicia? Está a tiempo de hacer un servicio a nuestro país. Escuche a la mayoría social que ayer se echó a la calle y evitemos que España se fragmente cuando ya no haya vuelta atrás. Aún estamos a tiempo. Yo le creí cuando nos dijo que nunca habría amnistía porque era inconstitucional. Espero que no haya cambiado de idea. Así que escuche a los jóvenes, a sus mayores, a los socialistas, a la mayoría social».

Su último editorial más polémico en ‘El programa de Ana Rosa’

Ana Rosa Quintana pronunciaba uno de sus editoriales más beligerantes el 20 de junio de 2023, antes de realizar su habitual parón de verano. En él, la presentadora fue muy crítica con Yolanda Díaz y, especialmente, con Pedro Sánchez, tras su participación en el debate electoral organizado por Televisión Española (TVE). Quintana comenzaba su discurso afirmando que el político «en un día, pasó de predicador a monaguillo» y continuaba enumerando sus «mentiras».

«Según la RAE, la mentira es una expresión contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa. Sin embargo, la definición de Sánchez de mentira es: ‘cambios de posición política‘. Según Sánchez, esas mentiras o esos cambios de posición política fueron motivados por causas de fuerza mayor: una pandemia, una guerra en Ucrania, un volcán… Es decir, mintió, o mejor dicho, cambió de posición política cuando dijo que no iba a indultar a ningún político por culpa de un volcán. Mintió, o mejor dicho, cambió de posición política cuando dijo que no gobernaría con Podemos porque no podía dormir, por culpa de la invasión rusa claro. También mintió cuando dijo que prohibiría los referéndums ilegales. Podría haber derogado el volcán, pero decidió derogar la sedición. Mintió, o mejor dicho, cambió de posición política cuando prometió cinco veces que nunca pactaría con Bildu por culpa de la lava en este caso, del covid, de la economía y de Putin. Mintió y nos sigue mintiendo porque si necesita a Podemos y a Bildu para ser investido volverá a pactar con ellos por mucho que a sus amigos de mediana edad les moleste el feminismo excluyente de Irene Montero. Y de la mediana edad también vamos a pasar a la Edad Media«, decía Ana Rosa. 

En unos meses convulsos políticamente hablando, tras la convocatoria de las elecciones presidenciales, Quintana ha mostrado su afinidad hacia Alberto Núñez Feijóo, así como su poca simpatía por Pedro Sánchez, por lo que gran parte de la audiencia ha señalado su falta de «imparcialidad» en distintas ocasiones. Los duros discursos de la última temporada coinciden con que haya sido la menos vista de su historia, por lo que podemos preguntarnos: ¿Habrá afectado el posicionamiento público de la presentadora a las cifras de audiencia?