La señora Sevgi ha estado encerrada durante varios días en el sótano de la casa de su hijo por culpa de la ambición de su nuera que quería quedarse con su dinero y evitar que se lo diese a Ömer. La anciana empezó a encontrarse mal cuando su nieta Yasmin descubrió que estaba allí encerrada y la llevó rápidamente al hospital.
Los médicos les comunicaron que la anciana había sufrido un infarto y que debía someterse a una delicada operación a corazón abierto de la que podría no salir con vida.
Antes de la operación, la señora Sevgi se reencuentra con Ömer, después de que él se enterase que es su abuela, y le pide tanto a él como a Ahmet que intenten entenderse y quererse.
La anciana va camino al quirófano mientras se despide de todos y el joven Eren, con lágrimas en los ojos, le dice que tiene que salir de la operación para disfrutar de ser abuela y nieto por fin.