El Valencia afronta cada jornada en ocasiones como si fuera la última y eso no siempre es una buena noticia. No lo fue cuando se ganó al Atlético de Madrid en un partido en el que todo salió bien y tampoco contra el Almería, donde se gestionó mal cada centro lateral. Y ahora, el equipo parece que tiene dos partidos para medir de nuevo su pulso y eso no es, casi nunca, una buena señal. Porque la realidad es que este equipo va a ser irregular, va a estar más abajo de lo que está ahora en muchos momentos y le va a costar ganar dos o tres partidos seguidos.

Y sin embargo, Baraja ha conseguido que Mestalla esté al cien por cien con el equipo porque los jugadores están implicados. Y más allá del nivel colectivo, nadie piensa que en Almería, donde fallaron muchas cosas pero no la actitud, nadie echa nada en cara de la actuación del Power Horse Stadium. En definitiva, el duelo de la Real Sociedad es importantísimo pero no vital. O dicho de otra manera. Hay que ganar, pero no perder la cabeza.