El ERE que Nueva Pescanova ha planteado a los trabajadores de la compañía ha empezado a negociarse este martes en el Auditorio Mar de Vigo, un encuentro en el que se ha constituido la mesa negociadora y al que la empresa se ha presentado con un plan de 82 despidos en lugar del centenar que había anunciado cuando comunicó el Expediente de Regulación de Empleo.
Así lo ha trasladado, a la conclusión de la reunión, Ana Caride, presidenta del Comité de Empresa, quien ha explicado que están afectadas cuatro empresas, tres del centro de Chapela (Pontevedra) y una de Madrid cuyos 52 trabajadores tienen dos representantes en la mesa de negociación.
La reunión ha comenzado hacia las 11:30 horas y ha concluido hacia las 13:00 horas en lo que ha sido la primera toma de contacto entre las partes implicadas: cinco personas en representación de la empresa -que rehusaron hacer declaraciones-, dos de ellas de recursos humanos, y otras trece de la parte social, entre ellos los dos de la comisión ‘ad hoc’, según han precisado CCOO y UGT.
En esta cita se ha firmado el acta de constitución, se ha producido la entrega de documentación por parte de la empresa y se ha establecido el 5 de octubre como primera reunión, que será de información y que, por ahora, no tiene sede porque coincide con la feria de Conxemar.
Las partes tienen 30 días por delante, hasta el 26 de octubre, para cerrar un acuerdo, si bien los representantes de los trabajadores han planteado que el tiempo «no sea un problema» y se han mostrado dispuestos a ampliar el plazo.
«Ha sido una reunión de contacto, con buenos propósitos por parte de todos. Nosotros venimos de buena fe», ha indicado Caride, que ha abogado por «luchar lo máximo posible para que sea lo menos doloroso posible» y ha deseado que haya «buena disposición» por parte de la empresa y de Abanca, «la máxima accionista».
El expediente de regulación de empleo de Nueva Pescanova iba a afectar inicialmente a 100 trabajadores de una plantilla de 335 personas de las oficinas centrales y corporativas.
Cuando anunció el ERE, a principios de mes, la compañía lo justificó por causas económicas y organizativas y para poder «adaptarse a un entorno global desafiante» con el objetivo de «asegurar la sostenibilidad de la empresa a largo plazo».
Propiedad de la financiera gallega Abanca, la firma se encuentra inmersa en un proceso de negociación para la venta de parte de su capital a la multinacional canadiense Cooke.