El índice de confianza del consumidor de Estados Unidos, que elabora la Conference Board, ha vuelto a caer en septiembre, por segundo mes consecutivo, hasta los 103 puntos desde los 108,7 de agosto. El dato se ha situado por debajo de las expectativas del mercado, que esperaba se situase en 105,5 unidades.

«La confianza del consumidor volvió a caer en septiembre de 2023, marcando dos meses consecutivos de descenso. La decepcionante cifra de refleja otro descenso en el índice de expectativas. Las respuestas escritas mostraron que los consumidores siguen preocupados por el aumento de los precios en general, y de los alimentos y la gasolina en particular. Los consumidores también expresaron su preocupación por la situación política y la subida de los tipos de interés«, ha explicado Dana Peterson, economista jefe de The Conference Board.

El descenso de la confianza de los consumidores ha sido evidente en todos los grupos de edad, y especialmente entre los consumidores con ingresos familiares de 50.000 dólares o más.

El índice de situación actual, basado en la valoración de los consumidores de las condiciones actuales del mercado laboral y empresarial, ha subido ligeramente de 146,7 a 147,1 puntos.

Por su parte, el índice de expectativas, basado en las perspectivas a corto plazo de los consumidores sobre las condiciones de los ingresos, la actividad empresarial y el mercado de trabajo, ha descendido en septiembre hasta 73,7 puntos, tras caer hasta 83,3 en agosto.

Las expectativas volvieron a caer por debajo de 80, el nivel que históricamente indica una recesión en el próximo año. «El temor de los consumidores a una recesión inminente también ha vuelto a aumentar, en consonancia con la contracción económica breve y superficial que prevemos para el primer semestre de 2024», han explicado desde el organismo.

«Las valoraciones de la situación actual apenas variaron en general, debido a las opiniones divergentes sobre el estado de las condiciones empresariales y la disponibilidad de empleo. Menos consumidores dijeron que las condiciones empresariales eran buenas, pero también menos dijeron que eran malas. En cuanto a la situación del empleo, un número ligeramente superior de consumidores afirmó que los puestos de trabajo eran ‘abundantes’, pero también un número ligeramente superior afirmó que los puestos de trabajo eran ‘difíciles de conseguir'», ha agregado Peterson.

Las expectativas para los próximos seis meses han vuelto a caer por debajo del umbral de recesión de 80, lo que refleja una menor confianza en las futuras condiciones empresariales, la disponibilidad de empleo y los ingresos.

«Los consumidores pueden estar recibiendo más malas noticias sobre los beneficios empresariales, mientras que las ofertas de empleo se reducen y los tipos de interés siguen subiendo, lo que encarece los artículos. Las expectativas sobre los tipos de interés disminuyeron en septiembre tras aumentar el mes anterior, pero las perspectivas sobre los precios de las acciones siguieron cayendo. En particular, las expectativas de inflación a 12 meses se han mantenido estables en los últimos tres meses, a pesar de las continuas quejas por la subida de los precios. Aún así, la medida de la situación económica familiar prevista para dentro de seis meses empeoró aún más», ha indicado el economista jefe.

Para los expertos de Oxford Economics, «el principal motor de crecimiento de la economía muestra nuevos signos de debilidad, reforzando nuestras expectativas de una desaceleración del consumo en el cuarto trimestre. Sin embargo, con nuestra previsión de que los precios del petróleo se mantendrán elevados durante el resto del año, es probable que los riesgos sigan inclinados al alza y respalden el sesgo agresivo de la Reserva Federal hacia nuevos aumentos de tipos y el enfoque de subir más durante más tiempo esbozado en el informe de la semana pasada».