Alberto Núñez Feijóo siempre tuvo claro que quería someterse a un debate de investidura aunque los números no fueran suficientes. Lo supo, a pesar de las intentonas posteriores, la misma noche electoral. Una victoria con más sabor a derrota que nunca. Las expectativas eran altísimas y, en realidad, el PP no contemplaba un plan B. Siempre pensaron que tras las generales de julio gobernarían. El dirigente conservador recibió el encargo del Rey por ser la fuerza más votada y tener confirmados más apoyos que Pedro Sánchez. Pero esta investidura es singular porque el candidato ya sabe de antemano que no la superará.
Y, por eso, cumpliendo con el mandato de la Constitución, explicará el programa del Gobierno que pretende formar y para el que formalmente solicita a la Cámara su confianza. Pero en su núcleo duro anticipan que el discurso preparado es “el más político” que ha pronunciado nunca, y que esa “vocación” se verá “desde el minuto uno”. “No habrá preámbulos. Empezará directamente así”, reconocen.
Como publicó este diario, el discurso está planteado como una confrontación de modelos. Por eso algunos dirigentes que están al tanto de lo que explicará Feijóo dicen que en algunos momentos emulará al debate de la campaña electoral que tanto éxito le permitió cosechar. Luego, las cosas se torcieron. Pero en aquel cara a cara televisivo, el que mejor le ha salido al líder popular, Feijóo se planteó “ir desmontando las mentiras” de Sánchez en todo lo que tenía que ver con sus alianzas. “No se puede mentir a todos todo el tiempo”, le reprochaba el popular.
Ese esquema se volverá a repetir, especialmente con la idea de que el del PP “nunca llegará al Gobierno pagando el precio” que sí pagará el socialista. En Génova dan por hecho que Sánchez tiene avanzadas sus conversaciones con los independentistas catalanes y descuentan una futura ley de amnistía de la que en realidad se sabe muy poco.
Pero el líder conservador pondrá de manifiesto que el PSOE “traga ahora” con todo lo que ni se planteaba hace apenas dos meses (desde la amnistía a implantar las lenguas cooficiales en el Congreso) “por una única razón” que es que necesitan los votos de Junts, el partido de Carles Puigdemont.
Lo que en el PP llevan semanas explicando bajo el paraguas de “la igualdad entre españoles”, como su gran mantra, aparecerá plasmado en ese programa de Gobierno que según en Génova, “es opuesto” a lo que Sánchez podrá ofrecer en próximas semanas. Como ya dijo el propio Feijóo durante el acto del PP en Madrid este domingo: “Si ceden con una élite política, ni es progresismo ni es socialismo”. Ese será otro de los ejes que más repetirá.
La convocatoria en la calle desbordó todas las previsiones que podían tener en el partido. Y la afluencia le ha dado a Feijóo un relato que explotará también desde la tribuna del Congreso. La convicción de los populares es que “hay una mayoría social” que no avala en ningún caso estas negociaciones con los independentistas por mucho que Sánchez repita que cuenta con esa legitimidad tras las elecciones. En el PP consideran que ese mensaje es el que más daña a los socialistas, que movilizaron a la izquierda por miedo a Vox pero que no son partidarios de dar impunidad a los encausados del procés.
Algunos dirigentes de peso ponen en valor “el chute” de este domingo “sobre todo, anímicamente” para su jefe de filas. Todos ellos saben que Feijóo ha tardado mucho en salir del ‘shock’ del 23J y que las soflamas del Gobierno poniendo en duda su investidura —“fake” en palabras del propio Sánchez, o “pérdida de tiempo” para la mayoría de ministros— también han contribuido al desgaste. Feijóo ha tenido que reivindicar prácticamente cada día su derecho a presentarse incluso después de haber recibido el encargo del Rey.
El hecho de que sumara a los 33 de Vox, la diputada de Coalición Canaria y el de UPN le permite llegar con 172 diputados, a solo cuatro de la mayoría absoluta. En el PP llevan días apelando a las “conciencias socialistas” en este contexto. Para el PSOE es una evidente llamada al transfuguismo propia “de la peor corrupción”. También hay cargos de peso dentro del PP que no están especialmente cómodos con ese llamamiento, pero reconocen que es un momento en el que toca “agitar”.
Además de la confrontación, Feijóo dedicará un tiempo a explicar su programa de Gobierno basado y estará basado, esencialmente, en el programa electoral del PP. Medidas económicas con rebajas fiscales (desde el IRPF al impuesto de sociedades para pymes) o ayudas muy concretas para autónomos o la defensa de la revalorización de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo. Un asunto que le costó un disgusto en campaña electoral. Las de regeneración institucional también tendrán un espacio destacado en consonancia con el peso que tuvieron en el programa.
Además, Feijóo volverá a insistir en los seis pactos de Estado que ha compartido con todos los candidatos con los que se ha reunido, especialmente con Pedro Sánchez. Su oferta, la de que le invistan presidente durante dos años para ejecutar las grandes reformas y después ir a una nueva convocatoria electoral, volverá a ser repetida desde la tribuna.