Es una radiografía amplia de los hogares en el País Vasco. Se trata de una muestra de más de 3.000 viviendas en las que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu quiere elaborar una estadística sobre los «problemas sociales de las familias y hogares vascos». El trabajo de campo, que se realizará a lo largo de estos últimos cuatro meses del año, acaba de ser adjudicado y corresponde a una labor cuatrianual que lleva a cabo el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas sociales.

En esta ocasión, además de estudiar la incidencia de la pobreza económica o la dependencia social o asistencial que existe en los hogares, el trabajo de campo también tiene por objetivo detectar «problemas especiales» en las familias. En este apartado se ha incluido la detección estadística de hogares en los existan o se vea riesgo de posibles «malos tratos y violencia doméstica o de genero». Además, la radiografía también prevé cuantificar qué porcentaje de los hogares padecen dificultades que se puedan asociar a las drogodependencias, las derivadas de una desestructuración familiar, las enfermedades mentales o el absentismo escolar.

Con toda la información recabada, que deberá ser remitida antes de la próxima primavera, el Ejecutivo elaborará un plan de actuación para afrontar este tipo de dificultades en el mapa de hogares en Euskadi.

Además de los denominados «problemas especiales», la labor de campo también analizará la incidencia de los problemas económicos y la autonomía de las familias desde el punto de vista económico para satisfacer las necesidades básicas. La dependencia y situación de las personas mayores y de la infancia en su conjunto son otras dos áreas clave de esta fotografía de los hogares vascos que se ha encargado.

3.000 hogares

El acceso y conocimiento de los servicios de apoyo que oferta la Administración en sus distintos niveles también se quiere sondear para evaluar su impacto real.

El estudio de situación sobre los 3.000 hogares a estudio se llevará a cabo de acuerdo a la tipología elaborada por el Ejecutivo vasco y que diferencia hasta 15 tipos de hogares diferentes. En su clasificación se diferencian los hogares «familiares y los no familiares, y entre ellos los unipersonales y los pluripersonales o los compuestos por varios hermanos o por un sólo hijo, Además, se incluye una clasificación de hogares conyugales, no conyugales o postconyugales además de los plurinucleares, con distintas subclasificaciones en cada uno de los casos.

La consideración de familia se considera adquirida en los casos en los que al menos dos de los convivientes estén relacionadas por algún lazo de parentesco. Con esta amplia encuesta sobre los hogares en el País Vasco se podrá, además de conocer la situación en la que se encuentran, elaborar una clasificación aproximada de las tipologías de familias más comunes o las compuestas por relaciones formales o no formales pero sin lazos de parentesco.

385.000 vascos en riesgo de pobreza

La labor de prospección está previsto que lleve a cabo de modo preferente con visitas a los hogares, donde se remitirá un cuestionario a los ocupantes de los mismos. En algunos casos la radiografía de situación se podrá llevar a cabo a través de otras vías como el teléfono, las red o entrevistas fuera de la vivienda familiar, si así lo desean los interesados o lo aconsejan las circunstancias.

Según el informe sobre pobreza elaborado por el Gobierno vasco, con datos de 2020, en la sociedad vasca alrededor del 24% de la población se encuentra en riesgo de pobreza relativa o grave. La situación más grave, el riesgo elevado, se detectó en el sondeo de 2020 en el 6% de la población, lo que equivale a alrededor de 132.000 personas. A ellos, aunque en una situación menos acuciante, se encontraría el 17,8% de la población, 385.000 personas en situación de riesgo relativo de pobreza por su bajo nivel de ingresos.

Este estudio concluyó que en la sociedad vasca algo más de 100.000 personas no llega a cubrir necesidades básicas y otras 285.000 se ve en la situación de tener que reducir su gasto en necesidades esenciales. Algo más de 80.000 personas habrían reconocido tener problemas graves o muy graves en su alimentación por no poder hacer frente a los gastos y en 28.000 hogares aseguran haber pasado por periodos de hambre por dificultades económicas.